QUIZÁS MAÑANA NO SEA OTRO DÍA.
En las últimas semanas hemos tenido una serie de acontecimientos que mueven el más duro corazón, ha aumentado lamentablemente el número de suicidios en nuestro Estado. Si bien es normal sentirse desanimado o triste, incluso también puede ser llamado normal el no querer salir de la cama y sentirse totalmente cansado. La vida diaria nos cansa y nuestro cuerpo y cerebro requieren en ocasiones un descanso extra.
En esta época en donde contínuamente nos vemos bombardeados por una serie de noticias, eventos y actitudes negativas nuestra mente se atiborra de información no tan grata que a la larga tiene repercusiones en nuestro cuerpo, desencadenando un cansancio insoportable. Según la asociación Mental Health of América, casi todos nosotros hemos sentido alguna vez, una inmensa tristeza en nuestras vidas. Esto es normal. Pero si esta tristeza o actitud depresiva continúa por más de dos semanas, se debe buscar ayuda profesional. Sentir tristeza es normal, estar deprimido clínicamente no lo es. El psicólogo es para quien no esté loco, me tocó escuchar alguna vez decir a alguien.
La depresión clínica no es simplemente una angustia, es también una tristeza o melancolía permanente. Que nos lleva a sentirnos inútiles, sin esperanza; a veces, es posible que nos queremos dar por vencidos a las simples tareas de la vida diaria como es bañarnos, comer o incluso convivir con quien nos rodea.
La depresión causa pérdida del placer en la vida diaria, tensión en el trabajo y en las relaciones personales, profesionales y románticas, agrava condiciones médicas, como es la presión arterial, la visión, la audición, el apetito entre muchas otras alteraciones que sufre nuestro cuerpo; las cuales incluso puede llevarle al suicidio. Un final que nadie queremos que llegue.
Esta enfermedad que es llamada la del siglo XXI puede afectar a cualquier persona, de cualquier nivel económico y en cualquier edad. ¡Las enfermedades mentales no discriminan! Afectan a ricos y pobres, blancos y negros, ancianos y niños. Es un padecimiento que tiene solución y no, no es lo típico de decirle a esa persona que vemos mal: “échale ganas” “no es tan grave” “mañana será otro día”. Para estas personas puede que mañana no sea otro día y que si sea grave su condición.
Por el hecho de ser norteños no es un poco más difícil acudir a pedir la ayuda que necesitamos, pero poco a poco esto se esta normalizando, observemos a quien nos rodea, cuidémonos unos a otros. Estar triste o con constantes ataques de ansiedad no es normal y se debe de buscar solución porque si la hay, existen fármacos que en un par se semanas ayudan a tu cerebro a encontrar ese balance que perdió. Normalicemos el hablar de depresión y de ir al psicólogo finalmente todos merecemos una buena vida y que nuestra sonrisa si salga del alma.
Edna Mendoza