LOS BÁRBAROS DEL NORTE
Chihuahua siempre se ha caracterizado por escribir su propia historia democrática y proyectarla a nivel nacional. De los hitos en la democracia mexicana, Chihuahua tiene varios ejemplos. El pasado domingo 6 de junio lo hizo de nueva cuenta por tres principales cuestiones: elegir a la primera mujer gobernadora en el estado; el mensaje que le envía al presidente López y a Morena en las urnas; y contar con la mujer panista más influyente en estos momentos.
María Eugenia Campos Galván, la gobernadora electa ya con su acta de mayoría, hace de nuevo historia, al convertirse en la primera gobernadora del estado de Chihuahua. El proceso electoral se caracterizó por una contienda donde había cuatro candidatas y cuatro candidatos a la gubernatura y la mujer con mayor posibilidades de ganar lo hizo, después de haber sido la primera alcaldesa, hasta reelecta, de la capital del estado, que también hacía alrededor de tres décadas que no se tenía gobernante que emanara de Chihuahua capital. En un estado en el que los estereotipos siguen muy arraigados, llega al frente una mujer cuya influencia social podría reconfigurar los comportamientos y actitudes del colectivo social.
Por otra parte, Chihuahua le manda un claro mensaje al presidente López y a su partido Morena, de que si siguen haciendo las cosas así, en las urnas se puede revertir todo. Casi desde que inició su mandato López Obrador ha otorgado un trato muy peculiar para Chihuahua, lo cual le valió para que su población le diera un voto de castigo para que no se quedara ni como la segunda fuerza política en el estado. Muchos dicen que se votó en contra de Morena, pienso que esto fue un golpe de realidad que llevó a un voto informado para decidir y otorgárselo a Maru Campos. No se trató de una cuestión de odio hacia un partido en específico, fue una decisión de qué sería lo mejor para el estado e inclusive para el país, desde esta trinchera.
Y en el caso del panismo a nivel nacional, en Chihuahua se cuenta con la mujer más influyente en el país, al posicionarse Maru Campos como la única mujer con esa investidura que puede convocar a un verdadero frente opositor, para exigir el restablecimiento de las relaciones institucionales entre la Federación y aquellos estados donde no gobierna el partido hegemónico.
En una sociedad donde aún se siguen tantos estereotipos en el trato entre hombres y mujeres, perdería más simpatías el presidente López si sigue con sus actitudes bravuconas contra la virtual gobernadora de Chihuahua, por algo no tocó para nada el tema de su polémica candidatura desde su tribuna mañanera, como lo hizo con otras y otros candidatos.
Con todo esto el mote de “las y los bárbaros del norte” queda a la perfección a la gente de Chihuahua, pues se atrevieron a hacer historia y a poner en jaque la estrategia del presidente, porque aunque haya ganado mucho, sabe que el efecto y el impacto que se derive de aquí al 2024 hará que su gobierno y su partido empiece a tambalearse. Ya perdió su bastión de más de dos décadas de arraigo, en tres años puede perder bastante. La responsabilidad de las y los bárbaros del norte es mucha, su ejemplo, tanto de gobernantes como de ciudadanía es sustancial para hacer eco en el país entre los gobiernos cercanos a la gente y los que simulan estarlo. ¡Gran tarea tiene Maru Campos! Pero es más grande la que las y los chihuahuenses tienen.