A ECHARLE GANAS, NO HAY MÁS
FERNANDO MARTÍNEZ CABRAL
Empieza a notarse la inquietud en militantes del Partido Revolucionario Institucional de fortalecer al instituto político, al que han extendido desde hace mucho infinidad de actas de defunción, pero que a la mera hora es buscado por otras fuerzas políticas y hasta por el Presidente de la República.
Por fortuna la respuesta del presidente del Comité Ejecutivo Nacional, Alito, fue muy clara, el PRI no va hacer alianza con quien perjudique al pueblo de México.
Que bueno que la Cámara quedó conformada con gente de Acción Nacional, del Revolucionario Institucional y de la Revolución Democrática, que al haber saboreado el esfuerzo de desarrollar una campaña política atípica, cansada, peligrosa y con el aparato federal en contra, reflexione muy bien los pasos a dar en cada decisión.
Decía el profesor Mario Tarango Ramírez, los votos no se adjetivan, se cuentan. Esta enseñanza nos dice que los que ya ganaron ya ganaron, como haya sido, ya ganaron, pero hay gente como el no bienvenido a la región centro sur y a Ojinaga, Loera, que no entiende que el proceso llegó a su fin, y busca ser un remedo de López Obrador, no reconoce el apabullante triunfo de Maru Campos, habrá que acercarle Vitacilina ¡Que buena medicina!.
De regreso al tema, del PRI se fueron muchos a probar suerte a otros lados, ojalá les vaya bien, los que aún gustamos de ser priistas, respetamos la opinión y la intención de cada quien, y eso mismo pedimos, respeto.
Lo que ha faltado es dar a conocer a los jóvenes de dónde viene este partido, qué es lo que ha construido en nuestro país y que tiene como convicción el relevo de mandos, no se acepta una dictadura hereditaria, ejemplos: Cuba, Castro le dejó el poder a su hermano; Venezuela, Chávez le dejó el país a su amigo del alma; y en Nicaragua, Ortega no quiere irse. Eso en México No Va a Pasar.
A menos de tres años el partido en el poder (Morena) acusa un desgaste considerable como la ruta 12 del metro, ya se le vencieron las trabes. En elecciones intermedias perdió la mitad de electores, así como su bastión, la Ciudad de México. Les movieron la ballenas.