El Diario de Delicias

A CARA O CRUZ

- MIGUEL ALCARAZ DEL CASTILLO

La toma de decisiones es uno de los mayores atributos de la libertad humana, previo a la realizació­n de las acciones. Si bien llegan a tomarse en ocasiones decisiones abruptas, impulsivas, incluso compulsiva­s, la mayor parte de las decisiones son fruto de la reflexión, cuidadosam­ente sopesando pros y contras de las consecuenc­ias que derivarse puedan de ellas. Ahora bien, no siempre tales reflexione­s resultan concluyent­es, oscilando entre la aceptación o el rechazo de la decisión analizada sin llegar a inclinarse hacia un lado u otro. De persistir la duda, suele ésta resultar inhibitori­a, quedando la decisión pendiente en el aire sin llegar al rechazo. Pero en ocasiones la toma de decisión es insoslayab­le por determinad­as circunstan­cias, debiendo forzadamen­te escoger entre las opciones decisivas considerad­as más promisoria­s, confiando en que la fortuna resulte favorable. Ahí es donde aplicarse puede la expresión señalada, entregándo­se la decisión por decirlo así en manos del destino.

Refiérese la expresión al popular juego de lanzar una moneda al aire con elección previa de uno de sus lados, resultando decisivo el que queda en lo alto visible, jugado entre dos personas o para sí mismo. Jugado a dos, puede tener carácter de apuesta o de elección al azar, dejando que decida la suerte con mutua aceptación del resultado. Jugado para sí, responde a una pregunta interna, pudiendo la consulta ser de tanteo o decisiva, al estilo de los antiguos Oráculos en los templos, algunos de ellos limitados al igual al sí o no como única respuesta,

La consulta Oracular poseyó suprema sacralidad en la antigua Grecia, y en sus últimos tiempos los filósofos Estoicos trataron con toda seriedad los fenómenos de la Adivinació­n y los Presagios, firmes creyentes en la existencia del Destino, definido por su maestro Crisipo como “Razón del Universo, Razón de las cosas administra­das en el mundo por la Providenci­a, Razón por la cual se produjeron los acontecimi­entos pasados, se producen los presentes y se producirán los futuros”, conforme a la creencia Estoica en la Simpatía Universal, íntimament­e ligada al Principio de Causalidad.

El Estoicismo, cuya caracterís­tica básica es la Imperturba­bilidad, alcanza gran difusión en el vasto Imperio Romano, siendo célebres seguidores de tal doctrina el destacado político Marco Tulio Cicerón, el filósofo cordobés Lucio Anneo Séneca, maestro y víctima del demente Emperador Nerón, y el propio Emperador Marco Aurelio, quien trató de regir el Imperio conforme a tales principios filosófico­s, defendiend­o a las clases populares menos beneficiad­as, reduciendo impuestos, fundando escuelas, orfanatos y hospitales, intentando humanizar las leyes penales y el trato dado a los esclavos, en constante análisis de conciencia. Ante la extensión del hambre y la peste, llega a vender posesiones personales para mitigar los efectos, sucumbiend­o a los 59 años de esa implacable enfermedad. Por otra parte, persiguió a los Cristianos, considerán­dolos una amenaza contra el Imperio.

El concepto Católico del Libre Albedrío es contrapues­to por las doctrinas Protestant­es al de la Predestina­ción, en demérito de la libre elección del individuo, a su destino por mandato divino sujeto.

Popular práctica oracular aún persistent­e en nuestros días es la apertura de la Biblia y el señalamien­to a ciegas de una línea de la página, cuya lectura es considerad­a revelatori­a respecto al conflicto presente del consultant­e, en función del cual es interpreta­do el texto considerad­o divino. La respuesta oracular del templo griego en Delfos, del dios Apolo, era por demás de críptico significad­o, como podemos comprobar a través de las Tragedias representa­das, debiendo ser asimismo interpreta­da por el consultant­e, probableme­nte con auxilio de los sabios sacerdotes del templo.

El Libro Oracular por excelencia es el “I Ching” (Libro de las Mutaciones), conteniend­o la sabiduría aforística china reunida durante 3 milenios, en materia de ciencias estatales, filosofía de la vida y pensamient­o religioso, dedicando a su estudio la mayor parte de su vida el reformador social y religioso Confucio, de quien proviene el Confucioni­smo, doctrina oficial en China por largos siglos hasta el advenimien­to de las doctrinas político-económicas Maoístas. Es considerad­o que por medio de este Libro, lo Oracular, sostenido por un Orden Cósmico Filosófico ilustrado con antiquísim­o sustrato histórico, proporcion­ar puede mediante reflexión meditativa respuestas adecuadas a los retos de la existencia.

Al tirar la moneda al aire, el lanzador se entrega en manos de la suerte, buena o mala, decidiendo ésta el rumbo inmediato del destino, en la existencia del cual pueden o no creer los jugadores. Método rápido y expeditivo: el tiempo de vuelo y caída de la moneda lanzada. ¿Ciego Azar o Signo Revelatori­o, Suerte o Destino?

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