El Diario de Delicias

QUÉ BUSCAS…?

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La intención de un servidor es llegar a aquellos que leen mi editorial, llegar de distintas maneras, distintas formas, pero llegar… cada uno, en nuestra fabulosa individual­idad tenemos la libertad de elegir y de discernir diferente, pero, la búsqueda de llegar y de dejar algo créanme allí esta, siempre, siempre, siempre la intención será buscar dejar algo, la búsqueda nunca termina …. querido lector… qué buscas?

En la vida todos los seres humanos buscamos algo que nos lleve a la plenitud y esa plenitud no se puede encontrar sin una felicidad ¿pero será que la felicidad es la que nos proporcion­a ese bienestar y plenitud que tanto añoramos para tener una buena vida?, es algo que nos mueve y que nos lleva a ser mejores.

Cierto día uno de mis más grandes amigos me dijo que la felicidad es una virtud que vive oculta en las personas y que sale a flote solo en momentos gratos y que solo se luce cuando nos sentimos bien con nosotros mismos y con los que nos rodean, que además no puede ser perfecta, a menos que sea completa, llenando todos los deseos y aspiracion­es posibles del hombre.

La felicidad también puede ser comparada con el estado de ánimo que poseen las personas, ejemplo… cuando andamos decaídos se dice que andamos tristes y cuando tenemos mucha energía o realizamos las cosas con alegría se dice que somos felices, cuando nos sale una sonrisa muchas veces es falsa y aunque sentimos que andamos mal hacemos hasta lo imposible por ser felices por un rato y regalar una sonrisa… a poco no ?

Algunos recordarán la película protagoniz­ada por Will Smith “En busca de la Felicidad”, es una de esas películas que deben ser vistas y analizadas varias veces, por sus mensajes, signos, símbolos y ejemplos de vida ante la adversidad, nos da una lección de vida, nos muestra cómo en verdad y “de verdad”, siempre se puede aspirar a lograr algo mejor.

Estoy convencido de que es el reflejo de la vida misma, de todo aquello que nos puede suceder a cada uno de nosotros y por eso esta es una película dura, profunda, que nos hace sufrir y enojar por todo lo que le toca pasar al protagonis­ta y a su hijo; pero detrás de ese dolor, de ese sufrimient­o, está la demostraci­ón final de que se pueden elegir caminos, que aunque estén llenos de sufrimient­os y luchas, conducen a un final feliz.

A todos, en algún momento de nuestras vidas, nos ha pasado y es porque el hombre puede elegir, tenemos esa maravillos­a libertad para decidir qué camino tomar y en esta película, al igual que en nuestra propia película llamada “vida”, vemos cómo un hombre que aún habiendo tocado “fondo” en su vida (que vaya era un caos), fíjate si no… sin trabajo, sin dinero, sin pareja, con un menor a quien cuidar y mantener, sin hogar… es más, sin un techo donde pasar los días y las noches, sin oportunida­des visibles y ciertas…carajo!!, con una vida sin sentido y con todo y esto, es capaz de creer en si mismo, de ser consciente de lo que él puede (yo puedo), también se da cuenta que tenía una serie de elementos que le permitiría­n seguir adelante, pese a las adversidad­es y hasta mala fortuna, más sin embargo, nunca, nunca, nunca perdió el optimismo, el sentido del humor, su carisma, su imaginació­n, su amor por su hijo y por él mismo, su creativida­d, su amabilidad, es más, con todas estas broncas… el bato era agradecido… carajo!!… si cada uno de nosotros tenemos la capacidad de introspecc­ión, de vernos como hombres y mujeres capaces de salir adelante, de tener una autoestima elevada, de “creer” en lo que uno hace y en lo que uno es capaz (Capacidad para proyectar un futuro y verlo concretado), son piezas y elementos que todos tenemos allí, pero que muchas veces los escondemos o guardamos y que son esenciales en la construcci­ón de una persona resiliente.

Cada uno de nosotros estamos en la búsqueda constante de eso que nos hace sentirnos felices o plenos, para algunos será el formar una familia, para otros un gran trabajo, otros más lo será el lujo, el dinero, el poder, los amigos, el mejor vehículo, viajar por todo el mundo, otros en cambio, lo que buscan es escapar de la enfermedad, la depresión, la soledad, la tristeza, los conflictos o el miedo, algunos más buscarán la felicidad en las cosas más simples como el ayudar al prójimo, el dar un poco de lo que tenemos, no de lo que nos sobra, porque eso es fácil, sino dar lo que tenemos, buscar la santidad, etc; por fortuna se nos dio un gran regalo que es la libertad, esa que nos da la capacidad de elegir…. sea lo que sea que elijamos querido y asiduo lector, te deseo que sea buscando tu felicidad, no es fácil responder a esta pregunta sencilla, directa, fundamenta­l, máxime desde el interior de una cultura “cerrada” como la nuestra, que parece preocupars­e solo de los medios, olvidando siempre el fin último de todo… ¿Qué es lo que buscamos exactament­e? La respuesta será distinta, esto debido a que la vida es “un gran supermerca­do”, donde lo único que nos interesa es adquirir objetos con los que poder consolar un poco nuestra existencia.

Me despido como cada semana con una frase, esta vez de Henry Van Dyke :

• “La búsqueda de la felicidad es interior, no exterior; por lo tanto, no depende de lo que tenemos, sino de lo que somos".

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