Conmemoran victoria en Sierra Blanca
Corría el año de 1998. Activistas mexicanos y estadounidenses en pro del medio ambiente, así como pobladores de El Valle de Juárez esperaban el fallo de la Comisión de Conservación de Recursos Naturales texana a la instalación de un tiradero de desechos nucleares en Sierra Blanca. Aquel 22 de octubre la instancia rechazó su construcción.
El basurero radioactivo iba a estar del lado americano, pero tan sólo a unos kilómetros de El Valle, lo que perjudicaría a las aguas y con ello los sembradíos de la zona, recordó Manuel Robles Flores, responsable del Museo de San Agustín y quien participó en las protestas para frenar tal proyecto. De acuerdo con datos periodísticos, tal fallo se dio luego de que los comisionados Barry R. Mcbee, Ralph Márquez, John Baker y Geoffrey Connor, consideraron que la autoridad texana para la Disposición de Residuos de Bajo Nivel Radioactivo no presentó la información suficiente sobre los factores geológicos y el impacto sociocultural en el área para determinar la seguridad del plan. Manuel Robles recordó que la lucha se extendió 13 años, que incluyó movilizaciones pacíficas y la toma de puentes internacionales.
“Querían hacer un depósito de toda la escoria de las guerras. No lo íbamos a permitir y no lo permitimos. Fue una unión de los pueblos americanos y mexicanos”, dijo.
El profesor Robles, como también es conocido en San Agustín, contó que uno de los actos más significativos fue una marcha de Ciudad Juárez a Sierra Blanca el día de la conmemoración de los bombardeos a Hiroshima y Nagasaki, como un repudio a las secuelas del daño atómico.
Uno de los aspectos que más conserva en su memoria es la sensibilidad de los agentes de la migración, quienes por un lado no podían dejarlos pasar por razones de trabajo y por otro les externaron su apoyo.
“Sabíamos que estaban con nosotros. Los ‘migras’ estaban conmovidos de ver a tanta gente movilizada”, comentó.
Durante el tiempo que se sostuvo el rechazo al confinamiento sus detractores enfrentaron agresiones y hasta amenazas de muerte.
Sin embargo, finalmente la victoria se consiguió y ayer se conmemoraron 18 años de aquel veredicto, lo que representa un legado de los resultados que pueden lograr la unión de las comunidades y sociedad civil, resaltó Manuel Robles.
Desde entonces San Agustín y los demás poblados celebran ese acontecimiento. Robles Flores dijo que algunos de los que se unieron a la lucha ya fallecieron y otros siguen de pie.
En el museo de dicha comunidad se montó ayer una exhibición de fotografías de las marchas y notas periodísticas que dieron seguimiento al tema. También se presentó una danza de matachines y hubo una verbena para los asistentes.
Habitantes de ambos lados de la frontera lucharon por 13 años vs proyecto de tiradero nuclear en EU pero a unos kilómetros del Valle