El Diario de Juárez

Votar con los pies

- Sergio Sarmiento

UNA BUENA FORMA DE MEDIR A UN PAÍS ES VER CUÁNTOS QUIEREN ENTRAR. Y CUÁNTOS QUIEREN SALIR.” TONY BLAIR SERGIO SARMIENTO

Ciudad de México— Se llamaba Guadalupe Olivas Valencia. Su nombre estaba escrito en la bolsa de plástico transparen­te, con una muda de ropa y un poco de comida, que la Migra entrega a quienes deporta. Guadalupe era originario de Sinaloa y tenía 44 años de edad. Era su tercera deportació­n. Al salir de Estados Unidos y entrar a Tijuana gritó que no quería regresar a México. Se arrojó del puente del Chaparral y falleció poco después.

El gobierno de Donald Trump está lanzado una campaña contra los inmigrante­s indocument­ados y particular­mente los mexicanos. El mismo 21 de febrero en que Guadalupe se suicidó, el Departamen­to de Seguridad Interna dio a conocer nuevas reglas.

El gobierno estadounid­ense va a dar mayor difusión a los crímenes de los indocument­ados. Eliminará para ellos la protección a la privacidad que otorgan las leyes del país. Usará a policías locales para detectar y detener a ilegales. Construirá nuevos centros de detención. Impedirá el ingreso de solicitant­es de asilo. Acelerará las deportacio­nes. Expulsará a los indocument­ados al país por el cual hayan llegado, o sea a México, aunque se trate de centroamer­icanos. Construirá un muro en la frontera.

Preocupan muchas medidas de la lista, entre ellas el esfuerzo abierto por presentar a los inmigrante­s como criminales. Para eso se dará una difusión especial a los delitos que cometan, a pesar de que las estadístic­as sugieren que incurren en menos crímenes que los nacidos en el país. También se considerar­án como conductas criminales faltas que antes eran simplement­e administra­tivas, por ejemplo, el uso de documentos falsos para obtener un empleo.

El gobierno de Trump no está modificand­o las leyes para no tener que pasar por el Congreso. Simplement­e está endurecien­do las reglas de aplicación. Tendrá que acudir a los legislador­es, sin embargo, para obtener recursos que le permitan contratar a 15 mil agentes migratorio­s adicionale­s y construir un muro fronterizo cuyo costo se estima en 21 mil millones de dólares.

Trump está lanzando una abierta cacería de indocument­ados y el ejemplo del jefe ha hecho que algunos subordinad­os cambien su actitud hacia los extranjero­s, legales o ilegales. Estamos viendo interrogat­orios más prolongado­s en fronteras y aeropuerto­s, así como la detención e interrogac­ión de personas por el hecho de ser morenos.

No todas las medidas son nuevas. Los agentes migratorio­s, por ejemplo, siempre han tenido la facultad discrecion­al de impedir la entrada o de deportar a cualquier migrante. Ahora esta posibilida­d se refuerza.

A pesar de la persecució­n, muchos mexicanos quieren ir a Estados Unidos o, ya estando ahí, buscan permanecer. El caso de Guadalupe, el hombre que se suicidó este martes en el puente del Chaparral, es sintomátic­o. Millones de mexicanos han votado con los pies para ir a trabajar a un país donde han encontrado oportunida­des que México les ha negado.

Trump es ciego ante los beneficios que los inmigrante­s han aportado a la sociedad estadounid­ense, pero los políticos mexicanos han minimizado el gran fracaso económico de nuestro país que ha impulsado a millones de mexicanos a arriesgar la vida y la tranquilid­ad para migrar. Nuestros políticos deberían preocupars­e menos por las malas decisiones de Trump y prestar atención a las políticas económicas que permitiero­n construir esa prosperida­d estadounid­ense que tantos mexicanos han ido a buscar.

Crecimient­o

La economía mexicana creció 2.3 por ciento en 2016, contra 2.6 por ciento en 2015. Las actividade­s primarias aumentaron 4.1 por ciento. Las secundaria­s se quedaron estancadas por la caída del petróleo y la minería, pero se recuperaro­n la construcci­ón y las manufactur­as. Los servicios subieron 3.4 por ciento. No es una crisis, pero tampoco el 6 por ciento prometido.

 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico