Desafían amenaza a ‘ciudades santuario’
Prometen seguir protegiendo a migrantes
Nueva York— Haciendo caso omiso a las nuevas amenazas de la Casa Blanca, los responsables de ciudades de todo Estados Unidos prometieron intensificar su lucha contra la promesa del presidente, Donald Trump, de perseguir a las llamadas “ciudades santuario” a pesar de los riesgos financieros.
“Vamos a convertirnos en la peor pesadilla de este gobierno”, dijo la presidenta del Concejo de la ciudad de Nueva York, Melissa Mark-viverito, el lunes durante un encuentro de funcionarios municipales de urbes como San Francisco, Seattle, Denver, Chicago y Filadelfia.
Prometieron seguir bloqueando la cooperación entre los departamentos de policía locales y las autoridades de inmigración federales.
Además se comprometieron a evitar que agentes federales accedan a las escuelas y a sus registros, y contemplaron abiertamente emplear los poco utilizados poderes de la ciudad para supervisar y emitir citaciones para investigar prácticas migratorias federales.
El mensaje de desafío de la ciudad de Nueva York chocó con las claras advertencias desde el Ala Oeste de la Casa Blanca, donde el secretario de Justicia, Jeff Sessions, lanzó un aviso directo a los dirigentes que se adhieran a las políticas que ayudan a proteger de la deportación a los inmigrantes en situación irregular en el país.
Estas políticas, dijo Sessions, “ponen en peligro la vida de todos los estadounidenses” y violan la ley federal. La Casa Blanca de Trump podría retener o “retirar” la financiación de cualquier ciudad que “viole a sabiendas” la ley migratoria.
Sessions señaló que el Departamento de Justicia requerirá que las ciudades que quieran acceder a parte de los 4 mil 100 millones de dólares disponibles en ayudas verifiquen que cumplen una sección de la ley federal que permite compartir información con funcionarios de inmigración.
“Insto encarecidamente a los estados de nuestra nación y a la ciudades y condados a considerar cuidadosamente el daño que están haciendo a sus ciudadanos al rechazar implantar nuestras leyes de inmigración, y a repensar esas políticas”, agregó.