Ocupa a sus hijos con tareas domésticas
Cuando tiene que ir a trabajar en fin de semana por la noche, la preocupación todavía es mayor. Prácticamente su hija de 15 años es quien se queda al cuidado de su hermanitos.
La dinámica de la familia es simple. Los niños tienen asignadas actividades de limpieza para después tomar un descanso.
Entre risas y abrazos con mamá, Carlos, el pequeño del hogar, aún no comprende la ausencia de la madre ni que con el dinero que gana Elena no alcanza para mucho.
Mientras Sofía, de 10 años, se divierte pintándose las uñas, Mireya, la mayor, se entretiene con el celular y observa lo que hacen sus hermanos.
Ojerosa y cansada por ocho horas de trabajo nocturno, la madre se levanta apurada para iniciar su día normal.
Además de los desvelos que le provoca pensar en cubrir los gastos de agua, luz, gas, alimentación, pago de renta y colegiaturas, tiene que preocuparse por una demanda que interpuso por la manutención de sus hijos.
El padre de los niños pocas veces los visita y, de él, dice Elena, no tiene apoyo moral ni económico.
La única diversión que tienen es la alberca de un vecino que, en ocasiones, los invita. Salir a cualquier lugar, explica Elena, le generaría gastos de transporte y antojos que no puede cubrir ya que su salario es el mínimo y las propinas no siempre son buenas.