Descenso sin MIEDO
Cerca de la Paz hay dunas ideales para aprender ‘sandboarding’
Desafiar dunas de arena sobre una tabla y contemplar el atardecer entre el desierto y el mar, es una experiencia abierta todo el año en las dunas de El Mogote, una barrera arenosa situada a 45 minutos en auto de La Paz. Allí no se necesita ser experto para practicar sandboarding, dice Yosef Ángel, gerente de operaciones de Tours Baja Desconocida, una compañía que ofrece recorridos guiados en la zona.
Basta animarse a subir a pie por enormes colinas de arena formadas por el viento (las cuales miden lo mismo que un edificio de tres pisos, aproximadamente), montarse en una tabla y deslizarse dejando que la velocidad produzca adrenalina.
“En realidad el sandboarding en La Paz es fácil, es divertido y más que nada estamos buscando que la gente rompa sus miedos”, afirma Ángel.
En sus recorridos emplean tablas de snowboard, que se usan para deslizarse en la nieve. Entre más largas, son más estables, apunta el experto.
La velocidad que se alcanza depende de la duna: entre más compacta esté la arena, la tabla se desliza con mayor rapidez. También, dice Ángel, depende de qué tanta cera se le ponga a la tabla.
Debido a la temperatura, lo ideal en El Mogote es practicar sandboarding muy temprano o por la tarde.
Y esta compañía siempre programa sus horarios en función del atardecer.
“El paisaje es sumamente impresionante”, destaca el gerente, “por un lado estás viendo el mar, la Isla Espíritu Santo, la Bahía de la Paz y, por el otro lado, tienes enfrente el desierto, un bosque de cardones, matorral xerófilo y aparte unas montañas que tienen muchos minerales; por eso se ven de color rosado-rojizo”.
Los tours, que tienen una duración entre tres y cuatro horas, cuestan 900 pesos por persona; el precio incluye transportación desde La Paz, un refrigerio, agua, y bebidas energéticas, la guía de los expertos y una sesión de fotos.