A LA CARTA
MXavage, el parque de aventura de Experiencias Xcaret, abre a finales de año érida destacó este año, por cuarta ocasión consecutiva, en el estudio las Ciudades Más Habitables de México, por ello se ha vuelto un destino atractivo para visitar ¡y hasta para quedarse a vivir!
Si quieres gozar la ciudad como un local, aquí te damos tres de sus encantos imperdibles: su comida, su arquitectura y las playas cercanas. Va una probadita de lo que podrás encontrar.
Dicen que los yucatecos están tan orgullosos de sus raíces y tradiciones que prácticamente tienen un itinerario para disfrutar su comida.
En la mayoría de las casas en Yucatán los lunes comen frijol con puerco; los martes comen chilmole; los miércoles, potaje con lentejas o garbanzo o x'pelón (frijol negro de Yucatán); los jueves, tzik de venado o de res; los viernes, pan de cazón o poc; los sábado, chocolomo y los domingos desayunan cochinita pibil.
En Mérida, si quieres probar de todo un poco, puedes visitar algún centro botanero. Los viernes por la noche son ideales para salir de fiesta y acompañar la comida con cerveza y otras bebidas refrescantes.
Yucatán es una región calurosa, sobre todo en el verano. Por esto los locales suelen visitar las playas los fines de semana. Alrededor de Mérida se encuentran, a unos 30 o 45 minutos de distancia, varias opciones como Puerto Progreso, Chuburná, Chelem o Sisal.
En estas playas, de tonos azul y verde, se puede hacer alguna actividad acuática, volar un papalote o simplemente disfrutar del sol con unos deliciosos mariscos frescos o tomar una siesta en la arena y ver la vida pasar. Si vas de viaje de fin de semana, nada como aprovechar el domingo por la tarde para cerrar con broche de oro el recorrido. Mérida cuenta con el segundo Centro Histórico más grande de México, por lo que podrás disfrutar de sus calles largas y emprendradas, llenas de coloridas construcciones.
Se recomienda detenerse a admirar la arquitectura en Plaza Grande y Paseo Montejo. La catedral y los parques de los alrededores, como La Mejorada, el Parque de Santiago o Santa Ana.
Una vez en los parques, se puede disfrutar de un helado o una tradicional marquesita, que es un postre muy parecido a una crepa muy delgada y crujiente, con sabor a barquillo, que está enrollada rellena con queso de bola, para también consentir a tu paladar.