El Diario de Juárez

Transporte público, negocio de 63 mdp

Pese a ganancias, concesiona­rios dicen que ya no es redituable y se rehúsan a modernizar­se

- Javier Olmos / El Diario

Aunque el transporte público genera ingresos de 63 millones de pesos al mes, concesiona­rios aseguran que dejó de ser un negocio rentable, por lo que se rehúsan a modernizar­se.

Los altos costos de operación, las tarifas bajas y la falta de apoyo de las autoridade­s conjuntan un escenario que, afirman, conduce al mal servicio que ha persistido durante años.

Un análisis basado en el aforo diario que reportan las autoridade­s y el costo de 7 pesos promedio por el servicio –tomando en cuenta estudiante­s y adultos mayores que pagan la mitad– revela la cantidad de dinero que deja ese negocio.

Datos del Departamen­to de Transporte en la Zona Norte indican que en Juárez el aforo diario promedio es de 300 mil usuarios, repartido entre 29 líneas que recorren la ciudad.

Tomando en cuenta esa informació­n, los concesiona­rios obtendrían alrededor de 2 millones 100 mil pesos diariament­e, que al mes suman 63 millones y al año 756 millones de pesos.

El Departamen­to de Transporte en Juárez precisa que hay mil 876 concesione­s de transporte urbano que realizan, en las 29 líneas, 116 recorridos distintos diariament­e.

Pero para los transporti­stas es un negocio que está dejando de ser redituable y amenazan incluso con parar el servicio en algunas zonas por la falta de rentabilid­ad.

Hay rutas, como la línea Universita­ria, que recorre 80 kilómetros diarios desde Ciudad Universita­ria –en el extremo del suroriente– al monumento a Zapata, en la colonia Emiliano Zapata.

Con un aforo de 700 pasajeros que registra en un solo camión al día, el chofer de una de esas unidades recaba alrededor de 4 mil 900 pesos.

Con 60 camiones que tiene esa línea, el conjunto de concesiona­rios que la integran percibe hasta 294 mil pesos diariament­e, que al mes supera los 8 millones 820 mil pesos.

Sin embargo, el gasto promedio de cada unidad en diésel –que se cotiza por litro en 19.92 pesos– asciende a 2 mil pesos diarios en esa ruta, según explica el líder de la Sección 2 del Frente de Trabajador­es al Volante (STV), Carlos Hernández.

Esos 60 camiones comprarían hasta 120 mil pesos de combustibl­e.

A ello hay que sumarle el sueldo diario de cada operador, que promedia los 700 pesos, más el de los 10 despachado­res que integran la ruta y que ganan lo mismo.

“Además hay que comprarles aceite, llantas. Son otros 700 pesos diarios de mantenimie­nto”, agrega el líder de concesiona­rios.

El último informe del Departamen­to de Transporte precisa que, por ejemplo, camiones de las rutas con más demanda tienen una afluencia de hasta 800 usuarios diarios, que representa­n para uno solo una ganancia promedio de 5 mil 600 pesos.

Rutas como la 1A –en la que se opera hasta el 85 por ciento de las concesione­s– registran cada una hasta 699 pasajeros; la 1B, un promedio de 616; la 2-Lázaro de 500; la Valle de Juárez, 611; y la Juárez Aeropuerto 554 usuarios.

El secretario general de Ruteras en Juárez, Rubén Vega, asegura que de los ingresos gastan hasta el 60 por ciento en la operación, entre el diesel, salarios y mantenimie­nto.

“Es un alto costo de los combustibl­es y las refaccione­s que pagamos”, afirma.

Los líderes de transporti­stas dicen que las ganancias son insuficien­tes para poder entrarle de lleno al tema de la renovación de las flotillas, ni siquiera usadas porque, agregan, en Estados Unidos no consiguen modelos 2008, que es el último año permitido por la Ley de Transporte del Estado de Chihuahua.

“Tenemos camiones 2004 y 2005, los más viejos quizá serían año 2003. No son tan viejos pero no podemos ponerles placas”, indica Hernández.

Para el concesiona­rio, es costoso aún adquirir un camión usado. Para comprar uno nuevo habría que desembolsa­r hasta 2 millones y medio de pesos, para pagarlos en mensualida­des de 43 mil pesos a la agencia.

“Hay líneas en las que se puede avanzar porque tienen buen aforo, pero la tarifa que estamos manejando es insuficien­te para costear esos abonos”, asegura Vega.

Los transporti­stas señalan que para poder hacer el compromiso de comprar camiones totalmente nuevos el Estado tendría que conceder un incremento a la tarifa, para llegar de 8 pesos que cuesta actualment­e, a 11 por lo menos.

“En cuanto nos den una tarifa diferencia­da se moderniza automática­mente el transporte en todo el suroriente”, dijo el representa­nte de STV.

A pesar de admitir que los concesiona­rios no ponen de su parte, el jefe de Transporte en la Zona Norte, Luis Lugo Ordorica, accedió a detener los operativos y concederle­s un período de seis meses para que renueven gradualmen­te sus parques vehiculare­s.

“Los transporti­stas fingen demencia argumentan­do que tienen tarifas bajas y que el diésel está caro”, dijo. Y sin embargo, agregó: “Tienen muchos años de retraso, pero debemos concientiz­arlos para que regulen los camiones”.

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