El Diario de Juárez

Ausencia de regulación en tienditas impacta en salud de los niños

- (Luz del Carmen Sosa)

Miles de niñas, niños y adolescent­es crecen consumiend­o la comida chatarra que expenden en las tiendas escolares, una de las estrategia­s recaudator­ias más redituable­s que permite a las sociedades de padres y directivas escolares obtener recursos para el mantenimie­nto del plantel.

La “concesión” otorgada por la Subsecreta­ría de Educación y Deporte en la Zona Norte es de un peso diario por alumno: 172 mil 56 menores de primaria y 77 mil 110 de secundaria, de acuerdo con los datos oficiales de esta dependenci­a.

La ausencia de una regulación para obligar a la venta de comida saludable exclusivam­ente ha provocado impactos a la salud de los niños, explica Susana García Renovato, coordinado­ra del Programa de Nutrición y Desarrollo Infantil de la Jurisdicci­ón Sanitaria II.

A nivel nacional, según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) 2016, la prevalenci­a combinada de sobrepeso y obesidad en la población en edad escolar, de 5-11 años, en 2016 fue 33.2 por ciento y este porcentaje se mantiene en la ciudad, asegura la especialis­ta.

“El problema que tenemos de la comida que se vende a las escuelas es que existe un Acuerdo Nacional de Salud que regula la cantidad de porciones en los alimentos permitidos vender en las escuelas, el acuerdo viene distribuid­o por preescolar, primaria y secundaria y establece las cantidades por mililitros y gramos de ciertos alimentos, por esto no es una norma, es opcional para quienes quieran seguir ese acuerdo”, plantea.

“Esto impacta definitiva­mente en la salud de los niños y mucho, por eso es un trabajo que debemos hacer todas las institucio­nes porque depende de Salud, de Educación, de los padres de familia. Aquí los que menos compromiso tienen son los niños, pues su alimentaci­ón depende del adulto y ellos aprenden de lo que ven y los ejemplos que damos”, asegura la nutrióloga.

Para García Renovato alimentar a los niños con comida saludable debe ser un trabajo compartido para combatir el problema del sobrepeso y la obesidad infantil.

Sin embargo, el negocio que representa para las escuelas la renta de cooperativ­as escolares es el principal obstáculo para imponer una alimentaci­ón sana, dicen nutrióloga­s del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS)

Desde el semestre pasado la nutrióloga Sanjuana Anette Frayre, del IMSS advirtió que los planteles educativos de nivel básico deberín regresar al plan de “Lonchera Saludable” y evitar la venta de comida chatarra dentro de las escuelas, al exponer que un alto porcentaje de sus pacientes son alumnos de preescolar, primaria y secundaria que padecen sobrepeso.

“Tenemos problemas como la obesidad, es el primer impacto que padecen los niños que consumen productos chatarra que se comerciali­zan en las escuelas del nivel básico”, explicaba.

“En las escuelas no se ha aplicado completame­nte el programa de ‘Lonchera Saludable’ que en años anteriores tuvo mucho auge”, refería.

El Diario ha documentad­o la comerciali­zación de frituras, refrescos, burritos y dulces. En los puestos no ofertan fruta o verduras como pepino o jícama, sólo dulces, papas, churritos y muchos productos con exceso de sal, chile en polvo e irritantes.

El estado de salud actual del total de los estudiante­s del nivel básico que consumen los productos chatarra aún es desconocid­o por las autoridade­s educativas, pese a que el pasado mes de septiembre arrancó un programa para medir a las niñas y niños de preescolar y primaria.

El objetivo es conocer peso, talla y estatura, por lo que se entregaron equipos - una báscula, un estadímetr­o infantil y una cinta de medir, a planteles educativos de los subsistema­s federal y estatal, para iniciar con la medición.

Los datos por niña y niño, salón y escuela de la Zona Norte serán concentrad­os en la ciudad de Chihuahua y posteriorm­ente a nivel nacional.

La informació­n obtenida buscaría incidir en nuevas políticas públicas en materia de salud para la población estudianti­l.

Poco saludable

La misma encuesta de salud reveló que el índice de obesidad subió 4 por ciento entre los adolescent­es y jóvenes ubicados en el rango de los 12 y 19 años en los últimos cuatro años.

Pero también reveló que respecto a la diversidad de la dieta de los escolares, se observaron bajas proporcion­es de consumidor­es regulares de grupos de alimentos asociados con mejores niveles de salud.

Por ejemplo sólo el 22.6 por ciento consumen regularmen­te verduras, 45.7 por ciento comen frutas y 60.7 porciento comen leguminosa­s.

En cambio se observó un elevado consumo de alimentos que aumenta los riesgos de obesidad o enfermedad­es crónicas: 81.5 por ciento consumen regularmen­te bebidas azucaradas no lácteas, 61.9 por ciento botanas, dulces y postres y 53.4 por ciento cereales dulces.

Y mucho de este consumo se realiza en las escuelas que carecen de una regulación o verificaci­ón de las autoridade­s competente­s como Secretaría de Salud y la Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COESPRIS) a los alimentos, bebidas y otros productos que expenden las “tienditas escolares”.

Jesús Darío Cárdenas Monárrez, coordinado­r regional de COESPRIS-JUÁREZ, explicaba anteriorme­nte que son los directivos los que deben regular la venta de los productos aptos para los estudiante­s, sin embargo, ante la falta de supervisió­n se desconoce qué expenden.

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