Javier Corral contra las instituciones
Cuando el razonamiento no alcanza, cuando la capacidad de diálogo es mínima, y cuando por otro lado el ego, y por consiguiente la soberbia, es grande, entonces se presenta el abuso, la injusticia. Son muchos casos dentro y fuera de México, dentro y fuera del estado, en años anteriores y hoy mismo, donde podemos observar a gobernantes con esta limitante, que ante la imposibilidad de llegar a acuerdos, de lograr consenso, recurren a la camorra, al garrotazo. Si no hay sumisión perfecta, la dizque democracia que tanto cacarean en cada discurso viene a balancearseles justo debajo del “Arco del Triunfo”. Porque primero son ellos y sus intereses, y luego el cumplimiento de compromisos, la justicia misma queda relegada a un segundo plano.
En Chihuahua hemos tenido gobernadores con esos aires de grandeza, algunos más notables que otros, pero ninguno tan preclaro en estas lides como el actual, quien es capaz de suplicar de rodillas a la Federación que no le quiten ni un peso al presupuesto, que no se retrase ni una semana las aportaciones y participaciones, so pena de grandes males a la ciudadanía; o puede irse en caravana por toda la carretera Panamericana hasta el centro del país para hacerse notar, y allá, tirarse de los pelos hasta que cumpla su cometido, con tal de generar expectativa y hacerse la víctima.
Pero eso sí, que ningún alcalde de los 67 municipios de la entidad le pida nada de mala manera, o le reclame lo mismo que él a la Federación, en términos recios, porque se indigna. Que los diputados de la oposición no le rechacen alguna iniciativa, y menos que tenga que ver con pesos, porque entonces así, a la manera de Robespierre, empieza a cortar cabezas.
El gobernador Javier Corral Jurado ha comenzado una cruda persecución en contra de los morenistas, porque recientemente la bancada de Morena en el Congreso local votó en contra de la reestructuración de la deuda del estado, que implica empréstitos por casi 49 mil millones de pesos. Lo cual no fue bien recibido por el mandatario estatal, quien semanas después respondió pegándole a las posiciones de este partido en el Legislativo.
La mayoría panista en el Congreso del Estado instruida por el jefe del Ejecutivo estatal, presentó hace unos días una iniciativa para eliminar la Secretaría de Asuntos Interinstitucionales, que encabeza Omar Holguín, un destacado militante de Movimiento de Regeneración Nacional en Chihuahua, quien puso en funcionamiento la mencionada área a su cargo como no se tiene memoria en el Legislativo. Incluso diputados del PAN cuestionaron una serie de programas y acciones emprendidas por Holguín y sus coordinadores, señalando que no tenía facultades para ello, ignorando la propia Ley Orgánica del Congreso del Estado que claramente estipula diferentes funciones que hasta la varias veces diputada Blanca Gámez desconocía.
Más bien seguían instrucciones para bloquear al morenista, pero como por la vía legal y política están impedimentados, han confeccionado este traje, que les fue solicitado desde Palacio de Gobierno. Muy oficiosos los diputados de la mayoría trabajaron rápidamente para tratar de desaparecer la Secretaría de Asuntos Interinstitucionales.
El pretexto no sólo es engañoso y perverso, sino una bofetada al criterio ciudadano que en las elecciones pasadas dejó en claro su preferencia por el partido fundado por el ahora presidente Andrés Manuel López Obrador. El gobernador y su partido ahora salen con que la austeridad los mueve a desaparecer esa secretaría, una afrenta directa a Morena.
O si ese fuera el verdadero espíritu de ese movimiento, el gobernador y su gabinete no se habrían incrementado el sueldo en este año, tan sólo el mandatario le subió 40 mil pesos mensuales más a su dieta, para quedar en más de 170 mil por mes. Si la austeridad motivase la desaparición de la Secretaría de Asuntos Interinstitucionales en el Congreso, deberían ponerse a consideración también muchas otras áreas del Congreso y sobretodo del Gobierno estatal que el gobernador Javier Corral ha creado a capricho, y otras más que ya estaban desde su llegada pero se hizo ojo de hormiga, para darle cabida a sus amigos y fieles seguidores.
El verdadero problema de las finanzas en Chihuahua está en la ineficiencia que demuestra Corral y sus funcionarios que ya habían solicitado en el 2017 una primera reestructuración de la deuda pública, que les fue aprobada por 20 mil 400 millones de pesos, habría ahorros millonarios, ese era el argumento de la Secretaría de Hacienda, del propio gobernador, pero no sólo no hubo ahorros sino que se acumularon los intereses y pronto perdieron la capacidad de pago a proveedores.
Ahora van otros 49 mil millones, y se burla el gobernador diciendo que la eliminación de la secretaría es por austeridad. Es un ataque directo a Morena, una persecución ante su incapacidad de diálogo, ante su desesperación por no tener a todos los diputados y diferentes corrientes políticas e ideológicas alineadas a sus propósitos.
Así es como responde ahora el gobernador Javier Corral, así es como trata de resolver sus propias deficiencias. Pero un servidor y demás legisladores de Morena habremos de evidenciar la doble cara del gobernador, aquí, y en México, y donde sea necesario, para que cese en su revancha contra Morena, y contra los demás partidos y sectores de la sociedad que no se le inclinan, ni están dispuestos a sufrir atropellos.
No hace mucho hablaba de incertidumbre en el país, ante la llegada de López Obrador al Palacio Nacional, advertía cierto autoritarismo y el rumbo incierto durante el presente sexenio; eso es y seguirá siendo inexistente, pero lo que sí queda claro a los chihuahuenses y está de manifiesto en este momento es el despotismo que tenemos que padecer, la supresión de la autonomía puesto que la supremacía del Ejecutivo se ha establecido en los tres poderes, las instituciones han sido vulneradas en su independencia, cuidado con no acatar alguna directriz de Palacio de Gobierno, porque comienza la refriega. El Instituto Chihuahuense de Transparencia, las universidades autónomas de Juárez y Chihuahua, el Tribunal Superior de Justicia, la Auditoría Superior del Estado, varias alcaldías con el asunto de la seguridad y ni qué decir del Congreso del Estado, en todos hay casos graves de intromisión, de abuso de poder, y en varios, procesos legales, recomendaciones nacionales e internacionales, sentencias en contra, que hacen más notorios los excesos del gobernador Javier Corral.
No debemos permitir que desmoronen las instituciones con tal de satisfacer el ego del gobernador, él mismo lo señaló en repetidas ocasiones a sus antecesores, y con unas ganas que hasta parecía sincero, ahora lo hace con igual o mayor cinismo. No debemos permitir que desaparezca la Secretaría de Asuntos Interinstitucionales del Congreso del Estado, no es una plaza lo que aquí se discute, es la autonomía de las instituciones, es la libertad de los chihuahuenses.
Aprovecho este espacio para pedirle al gobernador que si tiene alguna inconformidad con el presupuesto federal, con las decisiones políticas que toma la bancada de Morena en el Congreso local, o con lo que estamos haciendo en el Senado, que se acerque a las instancias correspondientes y debata si quiere hacerlo, o discuta como acostumbra, pero que no arremeta contra las instituciones y los sectores de Chihuahua, pues así afecta a los ciudadanos a los que se comprometió a defender y velar por sus intereses cuando asumió la gubernatura.