El alma de Woody
Tom Hanks asegura que después de 25 años sigue amando ser la voz del vaquero de Pixar
Vital, divertido e irónico, a sus 63 años, Tom Hanks pone voz de nuevo a Woody, el muñeco vaquero y sheriff, y asegura que ha sido genial estar en las botas del juguete desde que Toy Story deslumbró al mundo hace 25 años.
“Han pasado casi 30 años y por un lado soy muy diferente, pero por otro soy exactamente igual a Woody”, ha señalado el actor, al que le presentaron en 1995 a un muñeco sin fondo, casi sin rasgos.
Con Toy Story empezó la revolución de Pixar. Fue la primera película hecha íntegramente por computadora, y la primera vez en que los juguetes encontraban el sentido
a su vida. Toy Story 4, que estrena este viernes, le pone fin a la saga. Ésta es, según sus creadores, la película de Woody. Un final, una despedida, de un amigo de todos.
Derrocha simpatía
Ganador de dos premios Oscar consecutivos al Mejor Actor por Philadelphia (1993) y Forrest Gump (1994), Hanks ha sido catalogado por la prensa internacional como un niño grande, un hombre que derrocha simpatía y se sigue mostrando cercano al público y a los medios, siendo la estrella que es.
A lo largo de la promoción de Toy Story 4 el intérprete de Náufrago no sólo ha desplegado un humor contagioso mientras habla de lo “complicadísimo” que resulta dar vida al noble juguete de Pixar, que en esta cuarta entrega pasa a tener un nuevo dueño, la pequeña Bonnie.
También ha recordado con cariño momentos de su vida como cuando compró su juguete preferido de infancia, llamado Major Matt Mason, un “astronauta americano con un aspecto muy realista que valía 1.99 dólares.
“Yo sólo tenía 1.95 dólares, así que no lo pude comprar en un primer momento. Y me alegro por eso, porque si no, estoy seguro que ahora sería un ricachón déspota”, platicó durante una entrevista en España.
Ama ser Woody
Hanks asegura que le encanta ser el alma de Woody y que la nueva historia está llena de detalles muy emocionantes.
El actor californiano ha comentado que buena parte de la magia del filme está en que en el fondo todo el mundo quiere creer que los juguetes cobran vida cuando se quedan solos en la habitación. Él de niño lo pensaba.