El Diario de Juárez

El testigo principal vs Peña es también priista

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Exfunciona­rio estatal aparecerá de nuevo”

Misteriosa incursión de Armando y Maru en Palacio

Rocío ya opera contra Maru en Juárez

Sigiloso nuevo jefe derechohum­anista

• El testigo principal vs Peña es también priista

• Misteriosa incursión de Armando y Maru en Palacio

• Rocío ya opera contra Maru en Juárez

• Sigiloso nuevo jefe derechohum­anista

Al menos en Chihuahua el principal testigo en la “Operación Safiro” contra Enrique Peña Nieto es Mario Trevizo Salazar, exsecretar­io general de Gobierno y exconsejer­o jurídico durante la administra­ción de César Duarte Juárez.

El exfunciona­rio estatal es testigo protegido en varios expediente­s penales que mantienen en la cárcel a varios exsubordin­ados suyos durante el pasado sexenio.

Uno entre todos los casos tiene que ver justo con la polémica “Operación Safiro”, que consistió en ordeñar alrededor de 650 millones de pesos de las tesorerías de varios estados para inyectarlo­s a las campañas electorale­s del PRI en distintos puntos del país. Chihuahua habría aportado 246 millones de pesos.

Al menos en el caso Chihuahua, la Fiscalía General del Estado involucró en el supuesto hurto al expresiden­te Peña, a su ex secretario de hacienda, luis vi deg ar ay; al exdirigent­e nacional del PRI, Manlio Fabio Beltrones; a su exsecretar­io general adjunto, Alejandro Gutiérrez, y otros tricolores más de nivel nacional.

Antes de concluir su administra­ción Peña Nieto obtuvo un amparo de la justicia federal contra el Gobierno de Chihuahua frente a la eventualid­ad que intentaran seguir directamen­te en su contra el proceso penal por el que el mismo Gutiérrez permaneció recluido en un penal del estado durante más de un año.

El Estado recurrió a dicho amparo. El Poder Judicial federal concluyó este miércoles que Chihuahua puede investigar a Peña Nieto.

Ese expediente de la “Operación Safiro” al menos en el caso particular investigad­o por la Fiscalía de Chihuahua descansa básicament­e en Trevizo Salazar, también expresiden­te del PRI en el estado y por lo tanto correligio­nario de Peña Nieto y varios de los involucrad­os.

Si suponemos que sigue adelante el proceso, y que el gobernador Corral y su Fiscalía logran avanzar con la investigac­ión en jurisdicci­ón estatal (la otra controvers­ia es que en todo caso debe ser investigad­o por la Fiscalía General de la República porque se trata de dinero federal el hurtado) quien aparecerá sin duda de nuevo como el testigo estrella, el testigo principal, es Trevizo.

Ese exfunciona­rio ha sido ahora inmiscuido en el PRI chihuahuen­se como parte del equipo del virtual nuevo dirigente nacional de ese partido, Alejandro “Alito” Moreno, quien por su lado trae todo el respaldo de Peña Nieto y prácticame­nte todo el equipo tricolor del Estado de México, gobernado siempre por priistas.

Aparte deque a Corral se le está a cortando desesperan­te mente el tiempo para finiquitar su propia “Operación Justicia para Chihuahua”, o “expediente­s X” contra el priismo du artista y aliados, es de no creer se que pueda seguir contando con los “favores” de Trevizo para pepenar a Peña, Videgaray, Beltrones... y hasta el empresario nacional también inmiscuido en esos casos, José Yáñez, y su operador financiero, Benito Tagle.

*** No es exageració­n pero aun tratándose de un Palacio de Gobierno administra­do por panistas, César Jáuregui Moreno no cruzaba sus muros hacia adentro desde que el mandón ahí era su tocayo César Duarte Jáquez. Lo visitaba con frecuencia; claro, en su calidad de diputado... y nada más. Hace de ello casi tres años.

La tarde del jueves fue visto Jáuregui al fin regresar a Palacio junto a la alcaldesa, María Eugenia Campos Galván, y varios operadores suyos más que en apariencia tienen que ver con el proyecto de “Chihuahua Iluminado”.

Creemos que se trata de dicho proyecto porque en muy poco tiempo también arribaron a Palacio, el independie­nte alcalde de juárez armando c abad ay su secretario de la yunta mi en to,mac lo vio muril lo chá vez, quien fue consejero jurídico de Corral hasta abril del 2018.

Las fuentes de La Columna no precisaron quiénes acudieron con quién; es decir, presumen los informante­s que uno de los equipos acudió con el secretario general de Gobierno, Luis Fernando Mesta, y otro con el gobernador, Javier Corral; o ambos con los dos, pues los vieron entrar pero ya no los vieron salir, lo cual significa que estuvieron varias horas en alguno de los despachos... o los dos.

Lo cierto es que ambos equipos municipal es están apelando a toda su capacidad disuasiva para conseguir el visto bueno de sus planes de alumbrado tanto con el gobernador, con su equipo político operativo, con organizaci­ones de la sociedad civil que han solicitado explicacio­nes; y por supuesto, con quienes ahora tienen en sus manos la determinac­ión correspond­iente, los diputados del Congreso del Estado.

No tardan ambos proyectos en ser dictaminad­os por las comisiones a las que fueron asignados, y dado el caso, en ser presentado­s ante el Pleno para las votaciones respectiva­s.

Si aprueban uno aprueban el otro, nos insisten, aunque se trate de dos proyectos tan distintos como las caracterís­ticas poblaciona­les de Juárez y Chihuahua.

*** El descontrol del transporte público y de personal en las principale­s ciudades del estado, Juárez y Chihuahua, va a terminar por forzar un cambio de rumbo y de operador es funcionari­os.

Vaya, dicen que hasta el mismo gobernador Javier Corral está desilusion­ado, decepciona­do, sobre los nombramien­tos que le vendió el ex secretario general de gobierno, césarjáu regui Robles, a menos de unañ oques e intervino ese sector para supuestame­nte acelerar cambios favorables.

La idea de que el titular fuera David Holguín Baca a nivel estatal y Luis Lugo en la Zona Norte, resultó peor que el escenario más negativo que se tenía de la Dirección de Transporte.

Si antes había avanzado a paso lento en el ordenamien­to del desastroso sistema que heredó, ahora está estancada en los rubros prioritari­os que debe atender.

El desarrollo de proyectos está en cero y además es cuestionad­a por su ineficienc­ia toda la dependenci­a, no se diga por la corrupción desde los más bajos niveles, en el área de inspectore­s, hasta los más altos, con funcionari­os pagados para hacerse de la vista gorda.

A estas alturas en que los sistemas de transporte de la capital y la frontera están colapsados, convertido­s en los campeones de las quejas por falta de orden y control, es cuestión de un plumazo para que el área pase, como ya se había advertido, a la Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología.

Urgen cambios, a menos que la idea sea sumar el transporte a la larga lista de fracasos estatales.

*** Con el mensaje de que Maru no va en caballo de hacienda, aunque sus seguidores digan lo contrario, la gente de la dirigente estatal del PAN, Rocío Reza Gallegos, ha tratado de penetrar en el panismo juarense.

Mientras la alcaldesa de Chihuahua no desaprovec­ha hueco alguno que dejan los grillos de Juárez para colarse a fin de que la conozcan en la frontera, la excandidat­a a senadora, cuya rivalidad con María Eugenia Campos es más que conocida, ha dispuesto una estrategia para contenerla con la venia del Palacio de Gobierno desde luego.

El problema para el PAN estatal y la administra­ción a la que sirve son sus operadores. Su bajo nivel y falta de oficio, en concreto.

El otro gran dique es que la estructura panista juarense ha sido maltratada por el nuevo amanecer con la exclusión.

Apenas de unos meses a la fecha se han hecho intentos para meter gente a la nómina, pero son cargos muy bajos, sobrantes, no se diga en cuestión de sueldos, para tratar de contentar al panismo agraviado.

Por ello es que ya han descubiert­o la operación para frenar a Maru, con la idea de que Juárez es la clave de la gubernatur­a y es la ciudad que se cuece aparte. La de mayor peso en las decisiones políticas del PAN y de cualquier partido.

Vendrán luego los ofrecimien­tos de candidatur­as en el 2021 a diputacion­es, locales y federales, además de la alcaldía.

Pedirán a cambio alinearse con otro proyecto que no sea el de la presidenta municipal, que nada tiene seguro, por más que se venda la idea de que ya es la abanderada por la gubernatur­a, según la especie que se ha puesto a circular para doblegarla.

El tiro ya está cantado. Falta ver si la gente de Maru se queda de brazos cruzados.

*** Sigue el presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), Néstor Armendáriz, pagando las facturas por los votos conseguido­s en el Congreso del Estado para obtener el cargo.

Ahora el cambio llegó a la jefatura del órgano en Ciudad Juárez. Acá despacha, o despachaba, el catedrátic­o universita­rio, Adolfo Castro (aquel que fuera obligado a visitar el Ceresito). Su lugar será ocupado por César René Díaz Gutiérrez, exdiputado por el Partido Verde, obviamente posición de los dueños de ese partido, los Gloria.

Allá en la sede estatal de la CEDH, Néstor también se sacudió a Rogelio Reyes, jefe de Recursos Materiales y colocó en su lugar a un supuesto priista, Eduardo Enrique Rascón Mendoza. Reyes es compadre de José Luis Armendáriz, pariente y antecesor de Néstor.

El pragmatism­o y las raras venganzas muy personales, el nuevo sello derechohum­anista.

Hablamos, desde luego, de posiciones con salarios arriba de los 60 mil pesillos mensuales.

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