A la caza de una oportunidad
En la búsqueda de alcanzar su sueño, cientos de niños, jóvenes y señoritas ya respondieron a la convocatoria de visorías que lanzó el club Bravos de Juárez para las categorías Sub-13, Sub-15, Sub-17 y Sub-20 en rama varonil y en categoría 1993 a 2004 en femenil.
Sin importar la temperatura que, dicho sea de paso, ayer alcanzó los 38 grados centígrados en la ciudad, el balón no ha parado de rodar en los campos del Complejo Bravos, sede de las visorías de las cuatro categorías varoniles.
Divididos por equipos, Tomás Campos, David Aponte y otros profesores del club fronterizo, han observado a detalle a los jugadores que buscan integrar las fuerzas básicas del conjunto local.
“Nosotros hemos establecido previamente un perfil del jugador que requerimos para la filosofía y metodología del club en cuanto a fuerzas básicas; buscamos jugadores que técnicamente tengan fundamentos, pero también muy importante la actitud”, comentó Daniel Aponte, entrenador de fuerzas básicas de Bravos.
Porteros, defensas centrales, laterales por ambos lados, extremos, medios de contención y ofensivos, además de delanteros se cuentan por centenas.
Ayer se esperaba que la visoria en la categoría Sub-13 tuviera una asistencia superior a los 100 jugadores; un día antes se vio una cantidad similar. En la categoría Sub-20 en los dos primeros días se han observado alrededor de 800 jóvenes.
“Después de este primer filtro vendrá otro en el que se enviará a cada jugador a su respectiva categoría y se hará un corte para saber quiénes siguen adelante”, dijo Aponte.
“La verdad es que queremos darle oportunidad a todos los chavos de toda la región y otros tantos que han venido de otros estados del país. Es una labor difícil, hay que trabajar duro, pero es nuestro compromiso con la ciudad, para que en el club exista talento juarense”, añadió.
Jugadores que vienen de fuerzas básicas de Tigres, Santos Laguna, Pumas, otros del Estado de México y de la Unión Americana, son los que ya respondieron al llamado del club.
Alberto Luna, portero que viene de las fuerzas básicas de Pumas de la UNAM decidió venir a probar suerte a la frontera con este equipo en expansión.
“He estado con Pumas desde los 10 años, pero ahora que terminó el torneo me dieron las gracias y me animé a venir a las pruebas. Hay que demostrar nuestras capacidades para poder convencer a los entrenadores y poder quedarnos”, expresó el juvenil cancerbero de 17 años. varonil