LADY BIRD JOHNSON
Michelle Obama no fue una primera dama al uso. Esta abogada y activista supo hacer de su naturalidad y su carisma su mejor herramienta para convertirse en un icono desde que pisó la Casa Blanca junto a su marido y padre de sus dos hijas, Barack Obama. Incluso después de su marcha, Michelle Obama sigue siendo casi en un emblema, centrada en numerosas causas sociales como la lucha contra la obesidad o la educación de las niñas por todo el mundo.
HILARY CLINTON (1993-2001)
Durante su estancia en la Casa Blanca junto a su marido, el expresidente Bill Clinton, Hillary se centró especialmente en la reforma sanitaria. Se le habilitó una oficina en el ala Oeste de la Casa Blanca, además de contar con los espacios en el ala Este destinados a las primeras damas desde la Segunda Guerra Mundial. Su implicación política fue tal que llegó a ser secretaria de Estado, senadora de Nueva York y candidata demócrata a las elecciones de 2016, que perdió precisamente contra Donald Trump.
(1961-1963)
Además de ícono de estilo y de representar casi el tótem de la elegancia, Jackie Kennedy puede presumir de ser de las primeras damas que más acercó la Casa Blanca al pueblo gracias al tour televisado que realizó por las diferentes salas de la Casa Blanca, que ella misma se encargó de restaurar y redecorar. El patrimonio siempre le interesó, siendo una ferviente defensora de la conservación de los bienes históricos.
(1963-1969)
Durante el mandato del presidente Lyndon B. Johnson, Claudia Taylor Johnson, más conocida como Lady Bird Johnson, se esforzó por la protección y preservación del medioambiente y consiguió que el Congreso aprobara la ley Lady Bird Johnson, una normativa para el embellecimiento de las autopistas. De hecho, cuando Johnson se convirtió en el candidato demócrata a la vicepresidencia en 1960, The New York Times afirmó: “Lyndon nunca hubiera podido hacer esto sin la ayuda de esa mujer”.
ELEANOR ROOSEVELT (1933-1945)
Anna Eleanor Roosevelt fue una mujer con un marcado pasado que dejó huella en Estados Unidos y en la historia de la lucha por la igualdad, por la causa social y la política. La llamaban “la primera dama del mundo” porque creía en sus sueños y en el futuro, a pesar de las crisis.
Su papel en la historia no acabó con la muerte de su esposo en 1945. Fue también presidenta de la comisión que redactó la Declaración Universal de los Derechos Humanos, aprobada por Naciones Unidas tres años después.
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