Verano caliente
y sin ser abogado especialista en el tema, tan solo con la larga experiencia de muchos años cubriendo periodísticamente este tipo de procesos electorales, no encuentro los elementos suficientes que puedan hacer prosperar tales inconformidades.
No obstante lo anterior, también debo señalar enfáticamente que Loera como cualquier otro chihuahuense, candidato o no, está en todo su derecho de proceder legalmente como mejor crea que le conviene, las leyes electorales y la constitución le garantizan ampliamente ese derecho, aunque a muchos nos parezca un total despropósito. Pero desde luego que las multicitadas impugnaciones tienen un claro efecto mediático que calienta el ambiente político en Chihuahua, no cabe la menor duda.
Pero hay más situaciones que elevan la temperatura política del estado. En tanto se define la suerte que correrán las impugnaciones de Morena, Maru Campos designó ya a su equipo de transición, al menos a quienes encabezarán la tarea de revisar con lupa el gobierno que van a recibir de manos de Javier Corral, actual gobernador del estado, y es ahí donde se calientan las cosas.
Veleidoso, caprichoso, soberbio y autoritario como es el gobernador, ha decidido ponerles toda clase de trabas para alargar todo lo más posible que dicha transición se haga lo más fácil y rápido posible, poniendo como excusa una serie de pretextos de lo más absurdos e increíbles, desde supuestas condiciones legales hasta la más simple de recibir a los designados por Maru, pero sin darles fechas precisas ni detalles de nada. Solo decir que sí, pero sin decir cuándo y cómo.
Por supuesto que una actitud así del actual mandatario estatal se presta a toda clase de suspicacias y sospechas, porque resulta muy conveniente ganar todo el tiempo posible sin tener que mostrar a los que llegarán a partir de septiembre, todo el tinglado operativo, financiero y estructural de la administración estatal, y por eso afirmo que se presta a toda clase de suspicacias, porque pareciera que de lo que se trata es de ocultar algo ¿Qué? ¡Vaya usted a saber! Pero a las claras, eso parece.
Para la compleja e importante tarea de recibir el gobierno, la alcaldesa de la capital con licencia designó a Cesar Jauregui Moreno, Clara Torres Armendáriz, Lilia Merodio y Roberto Fierro, lidereados por Luis Serratos, su coordinador general de campaña, por lo que se trata, sin duda alguna, de un equipo de avezados funcionarios con un gran dominio de la administración pública, y que conocen perfectamente los puntos clave o estratégicos que deberán revisar a fondo y con lupa, por tanto, resultaría muy arriesgado y audaz intentar chamaquearlos o “esconderles” algo.
Entonces pues, la transición del gobierno estatal es también un tema que calienta el ambiente político y social por todo lo que representa para quienes se van, para quienes llegan, pero también para la sociedad entera. Pero hay otro tema que hará de este verano uno de los más calientes que hayamos vivido, sino es que el más caliente.
Es el tema de los apagones programados de la CFE. Y este sí repercutirá físicamente en el clima de la frontera, por lo que implica el servicio de energía eléctrica en medio de los calorones propios de la temporada.
En paginas de El Diario se publicó la nota: “Alertan: vienen apagones por falta de capacidad” en la que se consigna que, con información oficial de la CFE, “Mientras que el gobierno pone trabas a la entrada en operación de generadoras privadas que producen electricidad barata y limpia, la CFE podría estar preparando apagones este verano ante falta de capacidad para atender la demanda. Ante los riesgos de que el sistema eléctrico opere en condiciones críticas, por tener una demanda creciente y un margen de reserva al límite, se prevé que el operador programe apagones en algunas zonas para evitar un colapso generalizado.”
Es decir, la CFE acepta implícitamente en su comunicado que no ha generado la cantidad suficiente de reservas en los pasados tres años, por lo que la natural curva de demanda en esta temporada los tomará sin la energía suficiente para satisfacer la demanda. Grave problema.
Aceptando que las temperaturas del verano ocasionan un pico alto en la demanda de energía eléctrica, también hay que decir puntualmente que año con año, antes de la llegada de Morena al poder, este pico de la demanda era solventado aceptablemente bien, sin mayores consecuencias ni económicas, ni en salud, ni en el bienestar de las personas. Ahora no.
Evidentemente esta serie de apagones programados van a dejar a miles de juarenses sin la energía eléctrica para el uso de climas o aires evaporativos que mitigan las altas temperaturas que padecemos, pero no solo eso, habrá también un daño económico muy importante en el sector comercio y, principalmente, en la industria maquiladora, ya que cada hora sin energía eléctrica significará la perdida de millones de dólares en conjunto, retrasos importantes en la entrega de pedidos y otras consecuencias negativas similares.
¿Habrá alguien en este país que le pueda exigir a la CFE que nos cumpla como clientes? El contrato de servicio que firmamos con la descentralizada federal la obliga a prestarnos un servicio de calidad. Ellos mismos, en su eslogan publicitario así se califican: “Una empresa de calidad mundial”, bueno, pues una empresa de calidad mundial no tiene las fallas continuas y recurrentes que han tenido ellos en los últimos dos años, y menos ocasiona daños económicos tan fuertes al sector comercial e industrial.
Como sea, preparémonos a tener un verano caliente, caliente, caliente, en el ambiente político, en el social y también en el clima, más nos vale.