Albergues en Juárez, a punto de colapsar
Con una capacidad en sus espacios de acogimiento para aproximadamente 3 mil personas, Ciudad Juárez alberga ya a cerca de 2 mil 600 migrantes, el 60 por ciento de ellos de origen mexicano.
“Es algo que nos preocupa y que nos ocupa. Todos los días nos siguen llegando personas, la mayoría connacionales desplazados por la violencia. Llegan porque no saben que están cerradas las fronteras o les hacen creer que están próximas a abrir sus puertas a finales de septiembre”, informó Enrique Valenzuela, coordinador general del Consejo Estatal de Población (Coespo).
Ayer, después de casi un año de migrar desde Honduras, Janeth llegó ayer hasta Ciudad Juárez en un autobús, en donde conoció a otros migrantes de su mismo país, por lo que al arribar a esta frontera formaron un grupo de 11 personas, todas en busca de albergue.
“En el camión conocimos a alguien que nos envió aquí, nos dijo que no cruzáramos la frontera porque nos podían regresar a nuestro país, que mejor buscáramos albergue. Y aquí nos enviaron a Coespo”, narró Janeth mientras esperaba frente a las oficinas de la Sociedad Hebrea de Ayuda al Inmigrante (HIAS) un camión de transporte público para llegar hasta el Centro de Atención Integral a Migrantes (CAIM), ubicado junto al puente internacional Paso del Norte.
Como ellos, todos los días llegan migrantes al CAIM, esperanzados de que Estados Unidos abra la frontera y que puedan cruzar, sin embargo, el Gobierno de Joe Biden ya informó que las restricciones terrestres en sus fronteras continuarán al menos hasta el próximo el 21 de octubre.
Los más de 20 espacios humanitarios que albergan a migrantes en Ciudad Juárez tenían alojados hasta ayer a 2 mil 500 a 2 mil 600 personas, pero todos los días cambia la cifra, informó el funcionario estatal.
“La dinámica migratoria es cambiante, todos los días llegan mexicanos de Michoacán, Guerrero y Zacatecas, y sabemos (de lo que ocurre en Del Río, Texas) con los haitianos, y nos ocupa, estamos pendientes de la situación”, aseguró Valenzuela.
Actualmente se busca procurar los medios para brindar acogimiento además a las decenas de familias que llegan cada semana en los llamados “vuelos laterales”, del Valle de Texas a El Paso, para posteriormente ser expulsados a México a través de Ciudad Juárez.
Al llegar se les realiza una prueba de Covid-19, el Instituto Nacional de Migración (INM) les da un permiso temporal para permanecer en el país por 30 días, y se les ofrece albergue, pero la mayoría abandonan su procedimiento administrativo migratorio, sin embargo, sí hay quienes buscan el albergue, algunos de forma temporal, en el gimnasio municipal “Kiki” Romero, y otros buscan quedarse en la ciudad en espera de que Estados Unidos les dé una oportunidad para solicitar el asilo.