Que hubo desalojo antes de visita de embajador, dice ONG
Documentan la presencia de más de 51 elementos armados entre SSPE, SSPM, Guardia Nacional, INM y FGE
La asociación civil Derechos Humanos Integrales en Acción (DHIA) señaló como “inhumano” el desalojo realizado previo a la visita del embajador de Reino Unido al río Bravo del pasado 18 de noviembre.
La organización publicó una serie de observaciones sobre las acciones de limpieza que encabezó la Dirección de Limpia del Gobierno municipal ese mismo día, entre las cuales se encuentran la criminalización de las personas en movilidad humana, la falta de perspectiva de derechos humanos y planeación interinstitucional, la visión precaria de la salubridad, la limitación del derecho al libre tránsito en los albergues y la disuasión de la concentración a través de autoridades armadas.
El 18 de noviembre, aproximadamente a las 10 de la mañana, personal de la Dirección de Limpia, supervisado por la Dirección de Derechos Humanos del Municipio, arribó al campamento migrante para, de acuerdo con el titular de esta última dependencia, Santiago González Reyes, retirar todas las casas de campaña que habían sido desocupadas a raíz del rumor de que el Título 42 había terminado. La noche anterior cruzaron 600 personas, con lo que quedaron inutilizadas 113 carpas, según datos de González Reyes.
También acudió personal del Grupo Beta, del Instituto Nacional de Migración y del Consejo Estatal de Población, y momentos después arribaron al menos 20 patrullas entre la Secretaría de Seguridad Pública del Estado (SSPE) y la Municipal (SSPM).
Ante este operativo, DHIA observó que hubo más de 51 elementos armados entre SSPE, SSPM, Guardia Nacional, INM y Fiscalía General del Estado, con lo que se criminaliza a la población migrante, aseguró.
Además, se cuestionó la planificación del Gobierno en esta frontera “ante la posibilidad de retorno de la población que voluntariamente se entregó”, pues puede ser expulsada aún por el Título 42. Del mismo modo, la asociación recordó que desde el inicio del asentamiento en las orillas del río se insistió en la necesidad de instalar sanitarios públicos y de la presencia de brigadas médicas, lo que no se ha satisfecho, “orillando a las personas a improvisar sanitarios carentes de drenaje”.
En cuanto a los albergues habilitados para personas migrantes, se observó que no existe la capacidad de salir y entrar más que con la debida autorización del personal encargado de estos espacios, lo que limita su derecho al libre tránsito.
Por último, denunciaron que “ante la presencia de elementos fuertemente armados en la zona del campamento, grandes grupos de personas decidieron entregarse voluntariamente”.