PARA VERLA
Emma Corrin interpreta a una mujer que lucha con uñas y dientes por el control de su cuerpo y de su vida en ‘El amante de Lady Chatterley'
La encantadora y magnética joven actriz Emma Corrin ciertamente tiene algo para los personajes que se casan imprudentemente. Nos estremecimos cuando la encantadora Diana de Corrin se casó con Carlos en "The Crown", sabiendo la angustia que le esperaba. La angustia también se cernía sobre la ruborosa novia de Harry Styles en "Mi policía", ya que sabíamos que el personaje de Styles ya tenía un apasionado romance con un hombre.
Y ahora volvemos a ver a Corrin como una novia radiante al comienzo de "El amante de Lady Chatterley", una nueva adaptación de la otrora escandalosa novela de D.H. Lawrence de 1928, que pone en marcha otra unión que traerá dolor. Al fin y al cabo, la historia se llama "El amante de Lady Chatterley", no "El marido de Lady Chatterley".
Y, sin embargo, a diferencia de esos dos primeros personajes, la Lady Chatterley de Corrin consigue más o menos lo que quiere, en última instancia, en una versión hecha a medida, si no de la era del #Metoo, al menos de la visión del siglo XXI sobre el empoderamiento femenino. Esta nueva "Chatterley", dirigida por Laure de Clermont-tonnerre con un guión de David Magee, pretende contar la conocida historia de la escandalosa aventura de una mujer de clase alta -que cruza las barreras de clase para conseguir el placer sexual y el amor romántico- desde su propio punto de vista, mostrando a una mujer que lucha con uñas y dientes por el control tanto de su cuerpo como de su vida, creyendo ferozmente que se merece ambas cosas.
Radiante interpretación
‘El amante de Lady Chatterley’ Disponible en Netflix Duración: 126 minutos Clasificada R (restringida)
Puede que la novela de Lawrence fuera escandalosa cuando se publicó -lo más famoso es que fue objeto de un importante juicio por obscenidad en Gran Bretaña-, pero no lo es ahora, por muy francas que sean las escenas de sexo. Así que cualquier adaptación necesita algo más para distinguirse que unos cuerpos atractivos.
Y lo mejor que tiene ésta es Corrin, hábilmente apoyada por su coprotagonista Jack O'connell en el papel de Oliver Mellors, el apuesto pero sensible guardabosques de la finca de Chatterley.
Se trata de una interpretación que irradia inteligencia emocional, espíritu y, especialmente, empuje: empuje para vivir, empuje para amar, empuje para experimentar.
Conocemos a Constance Reid el día de su boda con Lord Chatterley, posando alegremente para las fotos, ilusionada con el futuro. Tras una precipitada noche de bodas, su nuevo marido (Matthew Duckett, eficaz en un papel difícil) se marcha al frente. Cuando regresa seis meses después del final de la guerra, está paralizado de cintura para abajo. La pareja se instala en su vasta finca.
Pero Connie, como la llama su familia, no tarda en pasar los largos días en el campo. Da paseos inquietos y pronto se encuentra en el cobertizo donde Oliver guarda su juego. Entablan una conversación. Pronto, entablan muchas más.
Pasión que cambia su vida
Cualquier "Chatterley" tiene que encontrar la manera de transmitir el efecto transformador que la pasión carnal tiene en Connie, una pasión que cambia la trayectoria de su vida.
Corrin y O'connell son dos buenos actores que nos hacen creer en su química.