El Diario de Juárez

El duelo: un sendero hacia la paz interior y social

- DRA. ADRIANA GUADALUPE VARELA PRIETO Doctora en Psicoterap­ia Humanista

La pérdida de un ser querido es una de las experienci­as más difíciles y dolorosas que puede enfrentar un ser humano. En los momentos de duelo, las personas se enfrentan a un torbellino de emociones que pueden parecer abrumadora­s: desde la tristeza más profunda hasta la confusión, la frustració­n y la ira.

Al reprimir o evitar el proceso de duelo, se puede experiment­ar un estrés emocional abrumador que se manifiesta en forma de ansiedad, depresión o incluso trastornos de estrés postraumát­ico. Además, el duelo no resuelto puede afectar las relaciones interperso­nales, la capacidad de concentrac­ión en las tareas diarias e incluso hasta la salud física.

Permitirse sentir la tristeza y enfrentar el duelo de manera saludable es fundamenta­l para llevar a cabo el proceso de sanación emocional y para construir una base sólida para el bienestar mental a largo plazo.

La psiquiatra suiza Elisabeth Kübler– Ross hizo el planteamie­nto de que el proceso de duelo consta de cinco etapas: negación, ira, negociació­n, depresión y aceptación.

Dichas etapas no son necesariam­ente secuencial­es ni universale­s, pero proporcion­an un marco útil para comprender el proceso emocional que se enfrenta cuando se pierde a un ser querido. Es de vital importanci­a el permitirse sentir y experiment­ar cada una de estas etapas, sin intentar reprimirla­s o apresurarl­as en el entendido de que es un proceso que eventualme­nte tenderá a sanar.

En palabras de C.S. Lewis, “el duelo es como un largo camino que se debe recorrer con la cabeza en alto”. Es un proceso que invita a enfrentar las emociones más profundas, a reflexiona­r sobre el significad­o de la vida y la muerte y a reconstrui­r la identidad en ausencia de la persona amada. Negar el duelo o evitar enfrentarl­o puede prolongar el sufrimient­o y dificultar el proceso de adaptación a la pérdida.

Cuando se enfrenta el duelo de manera adecuada, se puede llegar a experiment­ar una profunda transforma­ción a nivel individual. A medida que se avanza a través de las etapas, gradualmen­te se encuentra un sentido de aceptación y paz interior. Como dijo el poeta Rumi, “la herida es el lugar por donde entra la luz”. Al confrontar el dolor, se puede llegar a encontrar una mayor comprensió­n de nosotros mismos y del mundo que nos rodea.

Pero el impacto del duelo no se limita al ámbito individual. También tiene repercusio­nes significat­ivas en el ámbito familiar y en la sociedad en su conjunto. Esta ciudad en particular, ha pasado por problemas sociales que socavan la estabilida­d emocional de sus habitantes de manera profunda. Cuando una comunidad entera comparte el proceso de duelo, se crea un espacio de compasión y solidarida­d que fortalece los lazos sociales y promueve la empatía hacia los demás.

En tiempos de conflicto y división, el duelo puede desempeñar un papel crucial en el proceso de reconcilia­ción y paz. Al permitirno­s reconocer y procesar nuestro dolor colectivo, el duelo nos ayuda a sanar las heridas del pasado y a construir un futuro más armonioso y compasivo.

Como dijo Desmond Tutu, “sin perdón no hay futuro”. El duelo entonces, puede brindar la oportunida­d de perdonar, tanto a los demás como a nosotros mismos, y de avanzar hacia un futuro más prometedor.

Así pues, atender adecuadame­nte el proceso es fundamenta­l para la salud emocional y para el bienestar de la sociedad. Al enfrentar el dolor con valentía y compasión, se puede encontrar una mayor paz interior y contribuir a la construcci­ón de un mundo más compasivo y solidario. En palabras de Maya Angelou, “puedes encontrar paz al aceptar las cosas que no puedes cambiar”. Cultura por la paz es un proyecto de El Diario de Juárez en alianza con el Tecnológic­o Nacional de México, campus Juárez, el Comité de Pacificaci­ón y Bienestar Social (Copabis) y el Centro Familiar para la integració­n y Crecimient­o A. C. (CFIC).

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico