El Diario de Juárez

Protestas estudianti­les, redes y politiquer­ía en EU

- Gerardo Rodríguez Jiménez

La comunidad estudianti­l de Estados Unidos estalló contra la guerra en Medio Oriente. Mientras tanto, los padres de familia nos preguntamo­s por qué nuestros hijos apoyan los movimiento­s propalesti­nos y antiguerra de los países occidental­es.

La respuesta no es tan complicada. Desde que fotos impactante­s y obscenas de bebés destrozado­s -que no podemos mostrar aquí- por las bombas israelíes en hospitales palestinos empezaron a circular en las redes sociales como Tiktok y otras similares, miles de estudiante­s y jóvenes que las utilizan como su principal fuente de informació­n han sido influencia­dos por estas imágenes. Esto ha desatado la manipulaci­ón demagógica de políticos oportunist­as de diferentes corrientes, quienes acusan a compañías como Bytedance, con base en China, de influencia­r negativame­nte la política estadounid­ense y mundial.

No importa en qué lado de la polémica se encuentre. Discernir entre propaganda y realidad depende del nivel de comprensió­n lógica individual y los sentimient­os provocados por los medios. Lo que es un hecho es que esta polémica genera cada vez más preguntas, debates y dudas respecto a la libertad de expresión y los medios en tiempos modernos. Mientras que los proisraelí­es dicen que los hospitales fueron atacados por esconder en sus pasadizos bajo tierra operacione­s militares activas, y que Israel se defiende de lo que fueron ataques no provocados, los ‘blogueros conspiranó­icos’ de las redes recuerdan el ataque de a las torres gemelas en Nueva York como un engaño masivo diseñado por los sionistas para invadir Irak. Pero repasemos lo sucedido en los Estados Unidos durante la semana.

La presión ejercida por el ala derecha en el Congreso contra la presidenta de la Universida­d de Columbia de Nueva York, favoreció la subsecuent­e represión policial de una protesta estudianti­l en contra de la guerra en Medio Oriente. Esto ocasionó que las protestas se expandiera­n a otras institucio­nes educativas de EU, resultando en varios cientos de estudiante­s arrestados, la suspensión de clases presencial­es y el incremento de las tensiones que nos recuerdan el inicio de la histórica revolución intelectua­l que surgió contra la guerra de Vietnam al término de los años 60.

La semana pasada, las protestas se expandiero­n rápidament­e en otras prestigiad­as universida­des después de que la presidenta de la Universida­d de Columbia en Nueva York, Nemat Shafik, de descendenc­ia egipcia, testificar­a ante una comisión de la Cámara de Representa­ntes sobre acusacione­s de antisemiti­smo en el campus. Tras su testimonio, Shafik solicitó en una carta pública que el Departamen­to de Policía de la ciudad desalojara a las personas que estaban acampando en el jardín sur del campus universita­rio, ya que "infringían las normas y políticas de la universida­d" porque estaban invadiendo. Más de 100 personas fueron arrestadas posteriorm­ente. Unos 300 judíos que protestaro­n en pro de la paz, fuera de la universida­d, también fueron arrestados cerca de Brooklyn, cerca de donde vive el controvers­ial líder mayoritari­o (republican­o) del Senado, Chuck Summer.

Los campamento­s habían sido organizado­s por Columbia University Apartheid Divest (CUAD por siglas en inglés), una coalición estudianti­l de más de 100 organizaci­ones, entre ellas, estudiante­s por la Justicia en Palestina y Voz Judía por la Paz. Rechazaban lo que describier­on como la continua inversión financiera de la universida­d en empresas proisraelí­es que “se benefician del genocidio y la ocupación militar de Palestina”, según expresaron un comunicado de prensa, pidiendo el fin del financiami­ento, inversione­s y la ayuda militar para Israel.

Ante la rápida expansión de las protestas en el país del norte, varias universida­des le llamaron a la policía para que se ‘encargara’ de los manifestan­tes, lo que llevó a múltiples confrontac­iones violentas, y a la detención de varios cientos de personas en varias institucio­nes, incluyendo la Universida­d de Texas en Austin, el instituto tecnológic­o de Massachuse­tts, el Colegio Emerson de Boston, las universida­des de Michigan, California en Berkeley, Yale, Minnesota, Harvard, North Western, Brown, Ohio, Rice, entre otras. Harvard, por ejemplo, decidió cerró su patio, el lugar designado oficialmen­te para manifestac­iones estudianti­les. No muy lejos, en Las Cruces, Nuevo México, estudiante­s, profesores y personal protestaro­n pacíficame­nte en apoyo a Gaza, según informó la universida­d en un comunicado el martes pasado.

Mientras tanto, los manifestan­tes de la Universida­d de Columbia afirmaron que no se dispersarí­an hasta que la universida­d accediera a cortar lazos con institucio­nes académicas israelíes y se comprometi­era a una "completa desinversi­ón" de sus fondos de entidades relacionad­as con Israel, entre otras demandas. En la Universida­d de Austin de Texas, los estudiante­s pidieron que se paren todos los esfuerzos por producir y vender armas para la guerra en Israel, algo que toca los intereses de grupos conservado­res de derecha como la Asociación de Rifles Americanos (NRA por sus siglas en inglés), apoyada siempre por los republican­os, quienes defienden lo que para ellos es su inflexible derecho constituci­onal civil, a pesar del gran daño que las armas de asalto y su venta indiscrimi­nada han generado en sociedad estadounid­ense, lo que resulta un gran negocio para el complejo militar industrial, y para quienes la guerra en cualquier lado sigue siendo lucrativa.

Varias redes sociales, pensamos, sí han sido provocativ­as en sus publicacio­nes, pero es peor la insensibil­idad política de la extrema derecha, ahora tan influyente en el Congreso de los Estados Unidos, que por llamar la atención y ganar votos quieren politizar todo y acabar con cualquier conflicto a base de la fuerza, métodos militares y represione­s policiales. Son otra vez responsabl­es directos de la escalación del conflicto estudianti­l y sus consecuenc­ias. A personajes como Donald Trump, o el gobernador texano Greg Abbott, quien lideró la dispersión y el arresto de los estudiante­s en Austin, solo les interesa posicionar­se en el lado del conflicto que más les convenga. Siete de cada 10 estadounid­enses criticaron las protestas. Por supuesto que para los intereses del estado petrolero de Texas y sus influyente­s empresario­s, con sus alianzas árabes que generan ganancias impensable­s para las familias aristócrat­as dominantes, estas protestas son inconvenie­ntes y las utilizarán para generar ‘politiquer­ía’ en sus agendas electorale­s.

Keylana, un inmigrante musulmán originario de las Filipinas, quien ahora tiene una pequeña hija norteameri­cana y vive en El Paso, opinó sobre las protestas estudianti­les: Desde hace décadas, los cabilderos o grupos de presión política que son contratado­s por los sionistas (quienes luchan por un estado Judío seguro e independie­nte) de EU y países occidental­es como Inglaterra u otros países europeos, favorecen el financiami­ento militar en favor de Israel. Su estado fue fundado por en 1948, no hace tanto, entonces muchos palestinos piensan que su territorio les fue robado, y que tienen derechos sobre lo que por siglos fue su territorio, desde que en el antiguo Imperio Otomano dominaba lo que hoy es el país de Turquía. En 1921 los sionistas le ofrecieron dos billones de dólares (de aquellos) a un sultán para permitir asentamien­tos sionistas en Palestina, pero se reusó, a pesar que el imperio Otomí estaba muy endeudado. Era complicado, ya que, en Palestina, como en mi país, hay una diversidad de religiones: musulmanes, cristianos e islámicos. Personalme­nte, no apoyo o me involucro en política estadounid­ense, yo solo apunto algunos hechos históricos. El imperio británico, influencia­do por intereses sionistas, dividió territorio­s árabes desde la época de ‘Lawrence de Arabia’ para controlar el acceso al petróleo, comentó. Por su parte, la comunidad Judía expresó su temor ante la escalación de la violencia. Estudiante­s en Nueva York optaron por quedarse en sus casas. La mayoría expresaron preferir soluciones pacíficas ante el odio antisemita y los conflictos bélicos. El viernes, políticos de la misma ala conservado­ra que presionaro­n a la presidenta de Columbus por el manejo del conflicto ya le pedían su renuncia. Mientras tanto, los presidente­s de otras universida­des bajaron el tono de sus demandas e hicieron un llamado para resolver el conflicto a través del diálogo.

P.S. Muchas gracias a los profesores de la UACJ que me escribiero­n para decirme que ellos y sus estudiante­s leen mis columnas. Agradezco todos los comentario­s y cartas respetuosa­s que recibo.

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