EL RENACER DE BROOKE SHIELDS
La novia de América sobrevivió al Hollywood más cruel y ahora triunfa en Netflix a sus 58 años con la película ‘La madre de la novia’
En la semana en la que toda la prensa internacional, los grandes de la industria del cine y las marcas de lujo tienen sus ojos centrados en lo que sucede en la alfombra roja del festival de Cannes, la mirada del espectador común está puesta en el fenómeno más inesperado de Hollywood.
Con su primer éxito cinematográfico en más de 25 años, Brooke Shields se ha convertido en uno de los grandes nombres de la primavera gracias a “La madre de la novia”, la comedia romántica que bate récords de reproducciones en Netflix estos días. Paradigma del arquetipo de juguete roto de la meca del cine y ejemplo a su vez de resiliencia y supervivencia tras décadas de sinsabores personales y profesionales, la actriz y modelo neoyorquina de 58 años abraza eufórica una resurrección mediática alzada por un público incapaz de borrar de su memoria a la adolescente que cautivó a una generación.
“Estamos increíblemente agradecidos de que ames tanto esta película”, afirmaba en sus redes sociales.
EL ÉXITO DEL MOMENTO
Con 26 millones de reproducciones en apenas siete días, “La madre de la novia” es oficialmente el nuevo gran éxito de la plataforma, que refuerza así una estrategia nada disimulada por hacer de la nostalgia y sus referentes dosmileros (Lindsay Lohan, Adam Sandler o próximamente Cameron Diaz) el principal reclamo en películas que conjugan bajos presupuestos y altas audiencias.
Situándose en el top 10 en más de 90 países, esta comedia romántica vapuleada por los críticos ha conseguido conquistar al público recuperando una fórmula tan usada como efectiva: durante la celebración de la boda de su hija en un resort paradisiaco, una madre soltera descubre que su futuro suegro (Benjamin Bratt) es el hombre que le rompió el corazón en la universidad.
Shields no solo celebra que una mujer madura sea la protagonista de un filme con tantos millones de espectadores, sino que además pueda ejercer de interés romántico del mismo. “Tenemos que celebrar a las mujeres en este tramo de edad. Espero que inspire a muchas a saber que este periodo de sus vidas no es el principio del fin, sino una oportunidad para volver a empezar”, declaró a principios de mayo en la revista Parade.
SOBREVIVE A SU CARRERA
Ella es el mejor ejemplo de esa oportunidad para escribir una nueva página vital. La propia Shields tildaba de “milagro” haber sobrevivido a una carrera que arrancó extremadamente pronto, protagonizando el anuncio de una marca de jabones con apenas 11 meses de edad. Con su madre Teri como manager, una modelo divorciada y adicta a la bebida que vio en su hija la solución a sus problemas financieros, la pequeña Brooke fue explotada e hipersexualizada hasta el punto de aparecer desnuda en unas fotografías artísticas que acabaron en las páginas de la revista Playboy cuando tenía tan solo 10 años. Unos meses después estrenaría la película “La pequeña”, en la que ejerce como prostituta y que fue censurada en varias ciudades por exhibir “pornografía infantil”, y en 1980 su popularidad se disparó con el taquillazo “El lago azul”, donde aparece prácticamente desnuda la mayor parte del metraje. “En ella ven tanto la inocencia como a la niña sexy. Es la fruta prohibida, el todo en uno, y es muy apetitosa”, corroboraba su madre en un programa de televisión de la época. Su hija, sin embargo, siempre aseguró haberse sentido protegida por ella.
Su popularidad mediática, sumada a su amistad con Michael Jackson o George Michael y a su presencia en las fiestas de Studio 54 junto a mitos como Andy Warhol, la erigieron en la jovencísima novia de América. Pero en la cúspide de su fama, y justo al alcanzar la mayoría de edad, decidió parar. En un movimiento insólito para la época, congeló su carrera como actriz para graduarse con honores en Lenguas Romances en la prestigiosa Universidad de Princeton. Hollywood no le perdonaría el hiato.