El Diario de Nuevo Casas Grandes
CABALGATA VILLISTA JORNADA DE DUELO
• Depositan ofrenda para cabalgante de Janos que murió en accidente en 2016
• En Ascensión hacen lo propio para los 3 caídos en el ataque a Columbus
Ascensión.- La jornada 11 de la Edición 19 de la Cabalgata Binacional Villista se caracterizó por la remembranza de personajes caídos tras el ataque que hace casi 102 años perpetró el Centauro del Norte a la ciudad norteamericana fronteriza de Columbus, Nuevo México y de la muerte de un joven cabalgante janense hace un par de años.
De hecho, hasta el sol se ocultó tras las nubes durante prácticamente todo el día, como si quisiera unirse también a esta jornada de duelo que inició por la mañana en el municipio de Janos y concluyó por la tarde en esta cabecera municipal.
En efecto, el alcalde Sevastián Efraín Pineda Acedo alrededor de las 10 de la mañana al frente del contingente de jinetes, partió de enfrente de la alcaldía y guió a los caballistas hasta el panteón municipal.
Ahí, en la tumba donde están enterrados los restos mortales del joven Luis Eduardo Palacios Parra quien muriera trágicamente en un accidente justo tres días después de participar en la edición 17 de la Cabalgata (2016), a la que se unió, prácticamente desde que aprendiera a montar, el mandatario municipal colocó una ofrenda floral.
Lo acompañaron Dora Elva Parra madre del infortunado joven y el abuelo Humberto Parra Parra, después de que se guardó un minuto de silencio en memoria del hoy fallecido jinete.
Después el contingente siguió su recorrido.
Alrededor de las 14:00 horas, el alcalde de este municipio Noel Dolores Loya Lozano al frente de un numeroso grupo de jinetes recibió de manos de su homólogo de Janos el lábaro patrio, tras el consabido intercambio de palabras de bienvenida y entrega del contingente.
Tras el avituallamiento, los caballistas se dirigieron hasta el panteón municipal donde se encuentran enterrados los tres miembros de la fuerza revolucionaria del general Francisco Villa que resultaron heridos en el ataque a Columbus, Nuevo México el 10 de marzo de 1916.
Ahí el alcalde Noel Dolores Loya Lozano y su esposa Alma Delia Salazar de Loya colocaron las ofrendas florales en las tumbas de los revolucionarios. El programa en ese lugar incluyó el pase de lista, un minuto de silencio y un toque de banda.
Tras concluir la ceremonia el mandatario municipal guió al contingente a los domicilios en los que se atendió a los tres revolucionarios antes de su muerte, los cuales se ubican en la zona centro de la cabecera municipal y dio lectura a las placas que se colocaron para recuerdo del acontecimiento.
La jornada concluyó con un evento de bienvenida y mensaje del alcalde a los cabalgantes frente a la plaza principal de la población, una representación del mensaje que diera el general Francisco Villa a su cabalgantes, la oración del jinete y la salida hacia las instalaciones de la Unión Ganadera, para durante la noche agasajar a los caballistas con una cena y baile.