El Economista (México) - Autos
DEVORADOR DE GIGANTES
La plataforma Giorgio convierte a este italiano en uno de los más temperamentales de su segmento. La versión TI aparece con 280 caballos de fuerza.
Suena muy rimbombante leer “el primer SUV de Alfa Romeo” pero para ser exacto, el primer utilitario de la marca italiana fue el 1900 M, que apareció por allá de 1950. Dejando este dato sobre la mesa, es momento de pasar a contarte del Stelvio, un SUV que a mí me gusta más para catalogarlo como Crossover; es la gran apuesta para la Fabbrica Lombarda, porque le dará la oportunidad de alinearse con la tendencia mundial en la que este tipo de vehículos ya tienen acaparada la atención del mercado dejando a la deriva a sedanes compactos y medianos.
Luego de su lanzamiento en Estados Unidos, Alfa Romeo logró concretar la configuración para hacerla rodar en México y ponerla a competir contra otros bien plantados como el Porsche Macan, un Jaguar F-Pace o un BMW X3. En caso de que te preguntes si estará a la altura de estos referentes, puedo contestarte tácitamente que sí, no sólo en términos de diseño, sino más por su apartado mecánico en donde destacan una suspensión adaptativa, tracción total o un autoblocante trasero.
RASGOS DEL PASADO
Con un auto tan atractivo como éste, siempre será obligado empezar por el exterior. Y no es para menos. Alfa Romeo, a lo largo de su historia, ha creado algunos de los deportivos más hermosos de la industria como los Giulia TZ, Montreal o el 33 Stradale. Esa habilidad para darle forma a la pasión intrínseca que tienen los italianos por la velocidad, una vez más, quedó plasmada en uno de
sus modelos. Stelvio no oculta sus mayores dimensiones pero a cambio los rasgos que le han dado un lugar dentro del panorama mundial automotriz lucen aún de mejor forma. Tiene un largo total de 4,687 milímetros por 2,163 de ancho y 1,671 de alto. A pesar de contar con la plataforma del Giulia llamada Giorgio, el ancho de vía es mayor, así como claramente la distancia de la carrocería con relación al piso. A eso hay que sumar las mayores superficies de lámina a lo largo de su fisonomía; sin embargo, las provocativas curvas esculpidas por doquier la hacen ver muy deportiva.
Para mí, la mejor parte está en el frente con el Scudetto como el principal punto de identidad, ese mismo que ha sobrevivido a por décadas y que sirve para enmarcar el logo conformado por la bandera de Milán y el escudo de armas de la familia Visconti que data de la época de Las Cruzadas.
A partir de ese punto no hay forma de despegar la mirada, ya que inconsciente- mente se seguirá cada línea desde el cofre y su caída hacia el frente, el techo y la forma elíptica que se complementa con la curva de las ventanillas hasta llegar a la quinta puerta con las luces traseras muy en sintonía con los trazos de las frontales rematada por la doble salida de escape. Los rines en esta versión, llamada TI, son de 20”, mismos que calzan neumáticos Continental P225/45.
NADIE COMO ALFA
Los interiores son de lo más exquisito. La piel roja, que montaba el modelo de este primer contacto, llenaba los ojos por su esplendor. Las butacas delanteras tienen un corte totalmente racing con los soportes laterales prominentes para no perder ese sabor deportivo que está en el ADN de todo Alfa Romeo. Los reglajes eléctricos permiten al Stelvio colocarse como si fuera un guante, gracias a los ajustes de altura y distancia a los que se suman el soporte lumbar y el ajuste lateral.
El tablero es una propuesta única en la industria porque combina el apartado digital con controles análogos como las perillas para el ajuste del climatizador bizona. La pantalla central de 8.8” (no sensible al tacto) se controla desde una perilla central desde la que se accede a todos los submenús. En contra hay que decir que este monitor debería contar con una mejor resolución considerando la talla de los competidores que tiene.
Frente al conductor se respira un aire deportivo, configurado así por los dos relojes análogos dispuestos para el acelerador y el tacómetro, que además cuentan con una tipografía muy clara.
El volante merece un premio no sólo al diseño sino a la ergonomía que ofrece. Tiene tres radios, controles para el radio, la telefonía y algunas asistencias de conducción; forrado en piel dispone de secciones específicas para llevar las manos en
la posición correcta mientras que detrás de él están las levas de cambio para la transmisión. Estas paletas, hechas en aluminio, tienen la ventaja de estar fijas, un detalle que se agradece cuando giramos el volante y es necesario hacer un cambio de marcha.
El aluminio satinado redondea el cuadro de elegancia y deportividad al aplicarse en las salidas del climatizador, en el volante y algunas otras secciones del interior como las puertas. En lo que se refiere al sistema de infoentretenimiento, ya cuenta con Apple CarPlay, Android Auto, Sistema de navegación, audio Harman Kardon con 14 bocinas, subwoofer y amplificador de 900 Watts y 3 puertos USB.
LATIDOS CON PASIÓN
El tren motriz está compuesto por un motor de cuatro cilindros turbocargado, acoplado a una transmisión automática y redondeado por un sistema autoblocante en el eje trasero. El desplazamiento es de 2 litros, cuenta con cuatro válvulas por cilindro y un árbol de levas a la cabeza. La potencia generada gracias al empuje extra del turbocompresor es de 280 caballos de potencia mientras que el par motor alcanza las 306 lb– pie, siendo el espacio comprendido entre las 2,000 rpm y las 4,800 rpm el espectro ideal para contar con toda la entrega par del motor.
Stelvio disfruta de otros elementos mecánicos y eléctricos para hacer mejor la experiencia y colocarlo como un Crossover dinámico. Primero hay que mencionar a la suspensión adaptativa que varía su dureza de acuerdo con el sistema Alfa DNA con sus tres programas: Dynamic, Natural y Advance Efficiency. Cada uno incide además en el régimen de cambio de marcha, en la dureza de la dirección, así como en la sensibilidad del acelerador.
Sin embargo, la mejor parte está en el eje trasero gracias al Diferencial mecánico de deslizamiento controlado, una herramienta que lo hace más divertido. Gracias a él, es más emocionante y efectivo trazar una curva porque permite acelerar a fondo aún antes de salir de ella, incluso en la zona crítica donde el ápex nos obliga a ser muy finos para girar y encontrar el momento indicado para acelerar a fondo. Con el diferencial no hay pérdida de tracción, sino que, al contrario, se dispone del máximo grip para salir mejor apoyado y ganar velocidad más rápidamente. Hablando de tracción, también cuenta con el sistema de tracción total Q4 que es capaz de transferir fuerza de tracción de 50% al eje delantero en tiempo real y de forma automática.
El nuevo Alfa Romeo Stelvio está disponible por el momento en una sola versión, pero más adelante llegarán otras dos. Una de ellas, denominada Stelvio QV —con sus 505 hp— será todo un suceso en el merado porque la colocará como una de las más potentes de su segmento. es perfecto entre ambos ejes con una relación 50 / 50 El reparto de pesos