El Economista (México) - Autos
SIEMPRE es posible
El 992 demuestra que en todo momento hay margen de superación. La octava entrega del coupé alemán dicta el camino a seguir.
Como te lo conté en la última edición, el “nueve once” fue uno de los más admirados, ovacionados y fotografiados del Auto Show de Los Ángeles. No fue para menos, su desarrollo marca la evolución de casi cualquier deportivo en el mundo sin mencionar que cada año se suman miles de creyentes a su mito como el coupé más irresistible del mercado.
CÓDIGO 992
La octava generación echa mano de una nueva plataforma que le confiere características únicas como una reducción de peso, la utilización de materiales más resistentes y ligeros, nuevas medidas así como nuevos componentes mecánicos. Para el exterior es necesario comenzar con que las alteraciones de esta nueva entrega afectan por ahora a los modelos Carreras S y Carrera 4S. Para el modelo con tracción en las cuatro ruedas aumentó en 44 milímetros el ancho de vía para el eje posterior mientras que para el delantero la cifra aumenta en 45 milímetros; esta cifra es común para ambas versiones. Para el departamento de desarrollo de Porsche la octava generación tiene el código 992.
Esto es indicativo de que todo el paquete se notará más agresivo: más ancho y más cerca del piso. En esos cambios que obedecen por completo a las adecuaciones mecánicas están los que responden al diseño para mantenerlo vigente. Entre las adecuaciones exteriores resaltan el sistema de ilu- minación led para todas las luces, dimensiones que lo hacen más largo, ancho y bajo que su antecesor (sin variar la distancia entre ejes), al igual que modificaciones al frente y en la parte trasera que mejoran la incidencia aerodinámica.
En el cofre Porsche señala modificaciones que tienen que ver con dos líneas grabadas como un discreto tributo al modelo que inició está dinastía. Los cambios en la parte baja de la fascia se centran en mayores dimensiones para las entradas de aire, una solución que lo hace ver más ancho y que fue necesaria para alberga la mayor distancia entre vía delantera. Otro apartado que abona a su imagen fresca es el de la iluminación porque ahora todas las luces utilizan led, lo que permite ahorrar energía y jugar con diferentes formas gracias a su menor tamaño. Las luces delanteras se notan distintas gracias a su configuración interior que ahora echa mano de 84 diodos luminosos. Para la parte trasera su identidad se mantiene intacta y las formas de las luces responden fielmente al espíritu original del 911. Las modificaciones se centran en nuevas salidas de escape así como en la tercera luz de freno que ahora se adapta a la forma de la rejilla de la cubierta del motor.
ACTUAL SIN SER DIFERENTE
Para el interior habrá que adaptarse al rediseño porque hasta la generación anterior parecía no haber cambios tan significativos como ocurre en esta octava generación. El
clúster mantiene la configuración de los tres diales en donde el del centro responde al tacómetro, como siempre ha ocurrido. Los dos restantes se mantienen como centros de información digitales que proyectan lo recabado por sistemas como las diferentes asistencias al conductor, la navegación o el audio. Es necesario señalar que entre las nuevas herramientas del sistema de navegación están su capacidad para conectarse a la red pública para monitorear en todo momento el estado del tránsito por lo que podrá adecuar la ruta para evitar atascos, accidentes o zonas de peligro que se presenten en el último momento.
El tablero también sufrió una actualización pero sin perder las líneas principales que obligan a la vista a ir hacia el centro de ellas por lo que sirven como marco para la pantalla de 10.9” que a su vez funciona como centro del mando para el Porsche Communication Management. La reconfiguración más drástica está en la consola central en donde la palanca de cambios será un punto de confrontación entre clientes y propietarios porque ahora es más pequeña sin recorrido al ser tipo “impusional”, es decir, sólo es necesario presionar un botón e inclinarla hacia abajo o arriba hasta encontrar la marcha deseada. A ello hay que sumar que todos los botones que estaban colocados alrededor de la palanca de velocidades ahora están organizados al pie de la pantalla central.
Para esta octava generación se incorporan tres nuevos sistemas que aumentan la seguridad de los ocupantes. El primero es el programa Wet que de forma automática detecta la presencia de agua sobre el pavimento para alertar a otros sistemas y reducir su tiempo de respuesta. El segundo es un asistente de advertencia y frenado, que mediante cámaras y radares es capaz de detectar obstáculos en el camino, como peatones o vehículos, y determinar si existe un riesgo de colisión; de haberlo emite una advertencia. De no ser atendida es capaz de frenar automáticamente. El tercero se ofrece como opción y es una cámara de visión nocturna termográfica.
MÁS CABALLOS
Las adecuaciones en términos de ingeniería le permiten una mayor entrega de potencia, menor consumo y la reducción en las emisiones de contaminantes. En primer lugar se utilizan turbocompresores más grandes, sus rotores giran en sentido opuesto y sus dimensiones se acrecentaron, con lo que es capaz de aumentar el caudal de aire que entra a la cámara de comprensión. Le siguen un nuevo sistema de refrigeración para el aire que entra a los turbocompresores y con mayor capacidad, el uso por primera vez de válvulas de inyección piezoeléctricas así como una mejora en el sistema VarioCam Plus en el que por primera vez se utilizan árboles de levas asimétricos que gracias a su diseño distribuyen de mejor forma el combustible y así reduce el consumo.
Todas estas modificaciones dan como resultado una mejora en la potencia al incrementar en 30 CV y alcanzar 450 CV a un régimen máximo de 6,500 rpm. Por su parte el par motor ganó 30 Nm para llegar a 530 Nm. La transmisión ahora es de doble embrague (PDK) con 8 relaciones, y se elimina la opción de la manual de 7 relaciones.
Más aluminio y materiales más resistentes pero más ligeros están presentes en el 992