El Economista (México) - Estrategias
José Carlos Femat y Rodolfo Salazar -
¿Qué nos dicen las cifras de crecimiento en México y EU?
Hace unas semanas fueron dadas a conocer las cifras de crecimiento económico más recientes en ambos países. Mientras que unas anunciaban una fuerte expansión en nuestro país vecino, otras, lo contrario en el nuestro.
Las cifras como tales pueden resultar muy frías. En ambos casos hay explicaciones que permiten entrever la realidad que hay detrás de cada una de ellas.
¿QUÉ TAN DURADERA SERÁ LA TENDENCIA POSITIVA DE ESTADOS UNIDOS?
Las cifras de crecimiento del segundo trimestre indican que la economía de ese país se expandió a una tasa anualizada (desestacionalizada) de 4.1% (vs 2.2% anual revisada durante el primer trimestre); es decir, el ritmo más alto en casi cuatro años (el mejor trimestre desde la crisis del 2008-2009 fue el tercero del 2014, cuando creció 4.9 por ciento).
Si bien la tasa de crecimiento representa el mayor dinamismo desde hace casi cuatro años, varios elementos explican esta aceleración. Por un lado, la política de reducción de impuestos anunciada por el presidente Donald J. Trump, la mejor situación del mercado laboral y el incremento de la confianza de los consumidores tuvieron un efecto positivo en el gasto de los consumidores (que representa dos terceras partes del crecimiento total del PIB), el que repuntó a una tasa de 4% (vs 0.9% en el primer trimestre).
De igual forma, las exportaciones se aceleraron a 9.3%, en buena medida debido a que las empresas estadounidenses quieren evitar los aranceles que le puedan establecer otros países a sus productos en el futuro próximo. Por último, la inversión empresarial aumentó 7.3% (moderándose vs 11% del primer trimestre).
Para varios analistas, los elementos que explicaron su crecimiento en el periodo reportado podrían ser los mismos que le resten dinamismo en los siguientes. Las presiones inflacionarias que se derivan de un mercado laboral en pleno empleo podrían tener un efecto en las tasas de interés, mismas que se encuentran en niveles de 2.0% y que podrían incrementarse hasta 2.5% (o más) durante lo que resta del año. Al incremento de las tasas de interés se sumaría el desgaste del recorte tributario en el ánimo de los consumidores.
Por su parte, la guerra comercial también ha sido considerada como un elemento que impondrá un lastre a la economía estadounidense y, posiblemente, a la economía mundial. Maurice Obstfeld, economista en jefe del Fondo Monetario Internacional, ha advertido que "si las amenazas actuales se materializan y como resultado cae la confianza empresarial, el PIB mundial podría quedar 0.5% por debajo de las proyecciones actuales para el 2020", que lo ubica en 3.9% (en mismo nivel que para el 2018).
EFECTOS EN NUESTRO PAíS
En nuestro país, el crecimiento económico anualizado al segundo trimestre del año fue de 2.7 por ciento. Debe tomarse en cuenta, no obstante, que esta cifra está distorsionada por un efecto calendario a su favor, ya que hubo más días laborables en el segundo trimestre del 2018 por la Semana Santa.
De manera desestacionalizada, las cifras publicadas por el Inegi muestran un crecimiento anual de 1.6% con respecto al mismo trimestre del año anterior. Con respecto al primer trimestre de este año, sin embargo, mostró una contracción de -0.1% del PIB, lo que refleja una desaceleración importante, colocándolo por debajo del promedio de los últimos 13 trimestres.
El Fondo Monetario Internacional afirmó en la actualización del informe Perspectivas de la Economía Mundial, de julio del 2018, que las tensiones comerciales, la prolongada incertidumbre que rodea la renegociación del TLCAN y el programa de políticas del nuevo gobierno complican el panorama económico de México.
A pesar de estos datos, varios analistas anticipan una aceleración en el crecimiento anual durante la segunda mitad del año, particularmente hacia el tercer trimestre, ya que, estadísticamente, el impacto negativo observado en el 2017 por los sismos que afectaron la Ciudad de México y la zona centro y sur del país podría revertirse al tener una menor base de comparación. La mejoría de la confianza de los consumidores por la transición tersa entre las administraciones, el incremento de los precios del petróleo y la fortaleza de nuestros mercados de exportación también podrían contribuir.