El Economista (México) - Estrategias
Rentabilidades pasadas no garantizan las futuras
LOS INVERSIONISTAS tienen tendencia a considerar los resultados pasados obtenidos por un determinado gestor como prueba de su habilidad y suelen, por lo tanto, confiarle su dinero (hay una relación clara entre rentabilidad pasada y flujos netos de fondos). Pero la toma de riesgos que permitió a un gestor superar al mercado y a sus competidores en el pasado reciente no es en absoluto una garantía de que seguirá haciéndolo bien en el futuro. El factor suerte, por ejemplo, puede ser una parte muy importante de la explicación de los éxitos del pasado.
Morningstar realizó hace algunos años un estudio sobre este tema para medir la idoneidad de seleccionar gestores en función de su rentabilidad pasada (el estudio se efectuó en Estados Unidos, pero puede perfectamente trasladarse a otros mercados). El análisis comparaba diferentes estrategias implementadas por los gestores americanos respecto a sus correspondientes categorías Morningstar y evaluaba los factores que más habían contribuido a la rentabilidad de los fondos analizados.
Las conclusiones del estudio son las siguientes. Primero, hay una evidencia de que una buena rentabilidad pasada puede continuar a corto plazo. En el caso de los fondos de renta variable, este efecto puede deberse a la exposición de los fondos a compañías de tipo momentum (es decir compañías que muestran la mayor fortaleza), en lugar de las propias habilidades de selección del gestor.
Pero también se demuestra que a largo plazo no existe una relación significativa entre la rentabilidad pasada y la rentabilidad futura (la famosa coletilla de “rentabilidades pasadas no garantizan rentabilidades futuras” que debe aparecer en cualquier publicidad de fondos mutuos). El estudio también demuestra que, en la mayoría de los casos, las posibilidades de elegir un gestor que lo hará mejor que el mercado son las mismas si ese gestor se sitúa en el primer quintil (20% de los mejores gestores) o en el último quintil de su categoría. Por último, también se demuestra (tampoco es una sorpresa) que la tasa de supervivencia es más alta entre los gestores “ganadores” en el pasado que entre los “perdedores”. Además, la diferencia entre los dos grupos aumenta con la duración de la observación de las rentabilidades pasadas.
En definitiva, el estudio invita fuertemente a los inversionistas de largo plazo a no considerar únicamente la rentabilidad pasada como criterio para seleccionar un fondo. Éstos harían mejor en combinar el análisis de los resultados pasados con otros factores cuantitativos y cualitativos, como los costes, la calidad del proceso de inversión, el equipo de gestión y la defensa de los intereses de los inversionistas.