El Economista (México) - Industria Automotriz
Hay luz más allá del TLCAN
Si se rompe el acuerdo, será indispensable una política pública robusta para preparar a la industria automotriz
El comercio entre México, Canadá y EU en la industria automotriz no se suspendería en caso de una eventual cancelación del TLCAN.
Aranceles, fortalecimiento de la cadena local de suministro y, en su caso, sustitución de importaciones con proveedores de Asia o Europa, permitirían sostener la actividad, prevén especialistas.
Las políticas de comercio exterior o aduanero (programas sectoriales o deducción de impuestos a las exportaciones, que compensaría el pago de aranceles, se aplicarían si las reglas del TLCAN quedan sin efecto, dicen.
Si México se opusiera a la propuesta de EU, de elevar la regla de origen regional de 62.5 a 85%, y de éste, 50 puntos de contenido local, el sector automotor del país no tiene plan B, pero sí apoyo del gobierno, nivel para competir y otros mercados para sus productos, sostiene Manuel Nieblas Rodríguez, socio líder de la Industria de Manufactura de Deloitte.
“Disolver el TLCAN será perjudicial para EU, porque en vez de competir se deshace un clúster y enfrentará a dos (Europa y Asia), ambos con países de bajo costo y productos competitivos”, explica.
Para Herminio Blanco, negociador del TLCAN original y hoy asesor del llamado Cuarto de Junto, la industria automotriz y México se adaptarían a operar sin TLCAN, porque si bien a través del acuerdo ingresan insumos y partes con cero arancel, el gobierno mexicano posee programas alternativos para reducir costos a los maquiladores. “El gobierno puede responder sin dañar la competitividad (de la industria)”, y dichos programas deben ser parte de un plan B del gobierno)”, explica.
Otra forma de impulsar el comercio es utilizar el programa aduanero drawback en Estados Unidos para recuperar el pago de aranceles en la importación de materias primas, insumos, productos intermedios o partes y piezas incorporados en la producción de bienes exportados bajo ciertos requisitos y condiciones, sugiere Mirsha Saynes, director de la Consultoría Sandler & Travis.
El experto reconoce que aún con opciones de operar en un marco de libre comercio “son escenarios complicados porque la automotriz es una industria integrada”. sólida integración A decir de los especialistas, la industria automotriz es el más claro ejemplo de la integración de cadenas productivas de América del Norte desde hace 25 años.
México produce autos para el mundo, autopartes para la industria global y en ingeniería, diseño, investigación y desarrollo, y búsqueda de soluciones a los desafíos de la industria, como la sustitución de combustibles fósiles, refiere ProMéxico.
Niebla Rodríguez, de Deloitte, plantea un plan B: seguir vendiendo a EU y modificar el porcentaje de vehículos exportados a EU y viceversa. La producción bajaría temporalmente pero no cerraría ningún changarro, ninguna planta, la inversión seguirán fluyendo y existe la opción de exportar a otros destinos porque tenemos 12 TLC con 44 países, con buenas condiciones”, concluye Manuel Nieblas.