El Economista (México) - Previsión
Pedro Vásquez Colmenares -
Encuesta La Cuarentena en Casa
EN ESTA COLUMNA tratamos periódicamente temas de pensiones, salud y envejecimiento. Por la importancia de la pandemia del Covid-19 que atravesamos, pensé en efectuar una breve encuesta sobre las percepciones socio-emocionales de las personas frente a la reclusión en casa. A continuación, se comentan los resultados de las 700 respuestas recibidas.
La invitación a participar se hizo por WhatsApp, Facebook, Twitter e Instagram a partir de mis cuentas personales. La encuesta de seis preguntas estuvo abierta del 21 al 26 de abril a través de la página de encuestas www. surveymonkey.com con participación absolutamente voluntaria, anónima y aleatoria.
La primera pregunta fue: ¿cuántas semanas llevaba el o la respondiente haciendo una cuarentena seria (con total cuidados de higiene en un solo domicilio)? Un impresionante 61% de los respondientes dijo que llevaba al menos desde el 18 de marzo del 2020 (día en que se instruyó la cuarentena) o incluso desde días antes totalmente recluidos en sus casas con todos los cuidados recomendados. El 31% aceptó llevar sólo entre tres-cuatro semanas de cuarentena y sólo 8% anunció llevar apenas 1-2 semanas de reclusión en casa. Esto significa que, con el sesgo socioeconómico que implica el contestar voluntariamente encuestas por Internet, una gran mayoría de la población sí hizo caso a la exigencia de @quedateencasa.
La segunda pregunta fue: ¿cuántos amigos o familiares distintos visitaron al respondiente en su domicilio desde que comenzó su cuarentena seria? Para sorpresa mía, el tablero de respuestas se dividió en dos. De las respuestas, 49% fue que nadie los visitó en casa durante esta cuarentena hasta abril, 38% manifestó que uno-dos familiares o amigos sí los visitaron en esta reclusión y sólo 13% de las respuestas confirmó visitas de tres o mas personas a casa desde el inicio de la contingencia sanitaria. Las respuestas nos indican que aun habiendo la voluntad de aislarse en casa como medida total de prevención, la mitad de los respondientes sí tuvo visitas en sus domicilios de personas cercanas.
Lo anterior no sería un gran problema si se supiera con certeza que los visitantes a casa habrían tenido los cuidados necesarios para evitar personas y lugares más expuestos al contagio del coronavirus. Sin embargo, la tercera respuesta nos da una noción de que la valoración de riesgo por visitas fue más bien subjetiva. Preguntamos que qué tan seguro estaba el o la respondiente de que sus visitas cercanas hicieron estricta cuarentena de 14 días sin síntomas antes de visitarle. El 51% afirmó estar absolutamente seguro de que sus visitas estaban estadísticamente no contagiadas por haber pasado recluidos dos semanas sin presentar síntomas de Covid-19. Pero la otra mitad no pudo sentirse igualmente segura. Mientras que 17% de las respuestas fue que las visitas habían afirmado haber hecho adecuadamente la cuarentena y el o la respondiente les creyó, otro 18% manifestó haber supuesto que las visitas se habían cuidado, pero sin haberlo checado, mientras que 14% o no se cercioró de los cuidados previos de sus visitas o inclusive manifestó tener dudas de que se hubieran cuidado antes de visitarlos. Esto significa que al menos 30% de los respondientes recluidos no pudo afirmar que sus visitas hubieran tenido los cuidados sanitarios suficientes antes de llegar a casa de sus familiares o amigos.
La cuarta pregunta solicitaba una valoración personal sobre la pandemia del coronavirus con respuestas mutuamente excluyentes. El 57% de la encuesta afirmó que esta pandemia era “algo nuevo para la humanidad que va a cambiar muchas estructuras sanitarias, económicas, sociales y culturales en el planeta”. Un 33% opinó que se trata de “un fenómeno muy serio para la vida humana que en México el gobierno no ha dimensionado a tiempo”. El 4.4% de las respuestas señala que esta epidemia es “un fenómeno normal por la globalización, la sobrepoblación y el cambio climático”, mientras que 3.4% eligió que es “algo real en China, pero magnificado por los intereses de muchos poderosos en el planeta”; 1.6% coincidió en que es “algo real, pero que en México le hemos dado demasiada importancia vs otros países” y 1.3% afirmó que se trata de “una mentira total que los grandes intereses y los medios han ayudado a propagar sin nada de fundamento”. Éste puede ser el hallazgo más valioso de la encuesta. De los respondientes, 89% coincide en la novedad e importancia del fenómeno epidemiológico, que tendrá efectos relevantes para la vida humana y las estructuras sanitaras, económicas, sociales y culturales en el planeta. Celebro que esta percepción se haya gestado y hago votos para que no olvidemos los desafíos de convivencia, disciplina, ahorro, prevención y solidaridad que esta pandemia nos ha puesto enfrente.
Las últimas dos preguntas recorrían el mismo campo, pero en vistas complementarias. Se solicitó como quinto reactivo que cada respondiente ordenara de mayor a menor importancia cinco enunciados sobre sus percepciones sobre el impacto socio-emocional de la pandemia. Se trataba de identificar las mayores preocupaciones sociales y su ranking comparativo entre ellas. A continuación, se reportan las mayores respuestas para cada lugar en que se ordenaron las respuestas. La percepción uno de la encuesta fue “preocupación sobre mi salud y la de mi familia”. La percepción dos fue “preocupación económica por mí o mi familia”. La percepción tres fue“conciencia de todas mis bendiciones y privilegios”. La cuatro fue “miedo, insomnio o ansiedad” y la percepción menos frecuente fue “molestia de por qué unos sí pueden quedarse en casa y protegerse y yo no”. Desde mi punto de vista, el ranking observado es absolutamente consistente con los riesgos inminentes y de corto plazo y con una señalada actitud de agradecimiento social por las condiciones de cada uno para enfrentar a pandemia.
Finalmente, el sexto reactivo fue: ¿cuál considera que será para usted la principal lección de esta pandemia? Las respuestas son muy estimulantes y ameritan futura investigación. De los encuestados, 37% afirma que la principal lección será “que las personas nos haremos un poco más sensibles, más humanos, más solidarios y menos materialistas que antes”. Ojalá así sea. De las respuestas, 29% coincidió en que la mayor lección es “que la sociedad aprenda que frente a los grandes problemas no podemos estar divididos ni ser sólo egositas”. La tercera lección según los respondientes (21%) es “que el gobierno acepte que tiene que mejorar el sistema de salud y no volvamos a estar tan desprotegidos”. Como cuarta lección 9% de las respuestas fue que “nada o casi nada, pues como sociedad tenemos muy mala memoria” y sólo 4% de las respuestas fue abierta. Claramente se observa en la población encuestada una fuerte mayoría que ve el mayor aprendizaje de esta pandemia como la necesidad de regresar a valorar las cosas más importantes y menos mundanas, así como acrecentar el valor de la unión social y el poder de la acción colectiva.
Esta encuesta es apenas un apunte de las nuevas percepciones sociales y aprendizajes emocionales que surgirán en la era postCovid-19. Por lo pronto, cada uno tenemos lecciones que aprender y acciones que tomar para retomar el rumbo y construir la “nueva normalidad”. Los resultados finales de la encuesta pueden consultarse libremente en: https://es.surveymonkey.com/results/SMYHX7Z2NX7/.