El Economista (México) - Reporte Especial
Llegó el momento de la convivencia entre instituciones bancarias y fintech
Después de más de dos años desde que inició la elaboración de la Ley Fintech, el primero de marzo fue aprobada por la Cámara de Diputados.
Uno de los temas eje dentro de la 81 Convención Bancaria será el del ecosistema de las financieras tecnológicas, mejor conocidas como fintech, pues para el sistema financiero este concepto será clave para aumentar la inclusión financiera en el país.
En México, el reto es importante, casi 50% de la población no tiene una cuenta en el sistema financiero tradicional. Se han hecho esfuerzos, tanto del gobierno como de la iniciativa privada, pero éstos no han sido suficientes. De acuerdo con expertos, todavía existen ases bajo la manga para poder incrementar el porcentaje de población bancarizada, uno de ellos es la Ley para Regular las Instituciones de Tecnología Financiera, también conocida como Ley Fintech.
Después de más de dos años desde que inició la elaboración de esta ley, el primero de marzo fue aprobada por la Cámara de Diputados.
Para Francisco Meré Palafox, presidente de la Asociación Fintech México, la aprobación de esta ley es un parteaguas en el sistema financiero mexicano, pues existirá una mayor colaboración entre los bancos y estas empresas de tecnología financiera.
“Hacia adelante se va a abrir una mayor cooperación entre empresas fintech y los bancos”, detalló en entrevista uno de los impulsores de dicha iniciativa que, de acuerdo con autoridades y la iniciativa privada, pone a México a la vanguardia internacional por regular diversos conceptos: el fondeo colectivo
(crowdfunding), los medios de pagos electrónicos y las operaciones con activos virtuales.
Según Meré Palafox, la colaboración entre bancos y fintech es una necesidad que se tendrá que dar a partir de la aprobación de la ley, pues a los primeros les cuesta trabajo innovar, ya que son lentos en sus procesos, cosa que se podría corregir con el apoyo de la tecnología, en particular de las empresas financieras tecnológicas.
“Es una realidad que a los bancos les cuesta muchísimo trabajo innovar, son mucho más lentos en sus procesos, desde el punto de vista tecnológico (…) y las empresas nuevas de tecnología financiera pueden ser mucho más innovadoras, más rápidas y aprovechar de mejor manera toda la información”, explicó en entrevista el directivo de Fintech México.
“Evidentemente —agregó— habrá una mayor interacción (entre bancos y fintech) y creemos que eso es lo que va a generar crecimiento del sector fintech, mayor competencia, mayores volúmenes de inversión y obviamente mejores servicios financieros”.
Las fintech ven a los bancos como unos gigantes en los servicios financieros, lo que hace que pierdan agilidad a la hora de llegar a nuevos mercados, como el de los jóvenes, lo que da entrada a las fintech para cubrir esos vacíos.
Más convivencia que competencia
Para muchos, el sector bancario ve como una amenaza seria a las fintech; sin embargo, para Meré Palafox, más que competencia se da una opción para crear un ambiente de convivencia.
En primer lugar, según Meré Palafox, luego de la entrada en vigor de la Ley Fintech, las alianzas entre bancos y financieras tecnológicas comenzarán a ser más frecuentes, pues los primeros buscarán llegar a una clientela que las fintech ya han ganado.
“Como sucede en Europa, se van a poner de moda los negocios de plataforma, es decir, las fintech venderán servicios de ahorro, crédito, pagos de alguien más (que pueden ser de los bancos)”, detalló.
Asimismo, Palafox planteó que otro escenario es el de las inversiones estratégicas de los bancos en este tipo de plataformas y en tercer lugar, sin duda, el incremento de adquisiciones de bancos sobre fintech.
Pero el Comité de Supervisión Bancaria de Basilea (BCBS, por su sigla en inglés) plantea otros escenarios. De acuerdo con un documento emitido recientemente, existen cinco posibles escenarios para el negocio bancario derivado de las fintech.
El primero se trata de fortalecer a los bancos mediante tecnología, es decir, que se digitalicen y modernicen para retener y atraer nuevos clientes. “Un potencial resultado es que los bancos mejorarán en la prestación de servicios y productos mediante la adopción de nuevas tecnologías o mejorando los existentes”.
Un segundo escenario planteado por el comité va en el sentido de que los nuevos bancos serán los que aprovechen al máximo los desarrollos fintech en aras de ofrecer una mejor experiencia al consumidor y los bancos hoy establecidos poco a poco se relegarían. “Algunos no podrían sobrevivir a la ola de tecnología y serían remplazados por nuevos bancos impulsados por ésta”.
En un tercer escenario, se plantea la posibilidad de la fragmentación de servicios financieros, donde los bancos existentes atiendan ciertos nichos y las fintech otros, siempre y cuando su nivel de especialización lo permita. Aquí se prevé la irrupción de las big-tech, empresas que nacieron en esta era tecnológica dedicadas a diversos servicios, tales como Apple, Amazon, Facebook, entre otras.
Un cuarto escenario prevé que los bancos actuales queden relegados y se conviertan sólo en proveedores de servicios, lo que daría paso a las
fintech para mantener el trato con el cliente. “Los bancos serían relegados a ser proveedores de funciones como el diseño de productos, procesos operativos y la gestión de riesgos, es decir, como servicio de proveedores a las plataformas que administrarían las relaciones con los clientes”.
En un quinto escenario, considerado extremo, los bancos ya no serían actores significativos, serían desplazados casi en su totalidad por las fintech. Aunque el Comité ve este escenario como exagerado, detalló que ya hay algunas señales que darían paso a éste, por ejemplo, las plataformas de fondeo colectivo, donde un prestamista elige a quién prestarle, y donde se elimina casi por completo la intermediación bancaria.
Meré Palafox agregó que un término que no hay que dejar de lado es el Open Banking, es decir, que tanto bancos como fintech comparten información de los usuarios, sin que deje de pertenecer a éstos, algo que está contemplado en la Ley Fintech.
“Esta ley cambia las condiciones de juego, porque alguien más (las fintech) tendrá acceso a ella y esto da la ventaja, a quien tiene la información, de ofrecer mejores productos, eso ya se volvió un bien que puede ser compartido con el consentimiento del cliente, lo que genera la posibilidad de competencia en todo el sector financiero”, afirmó.
A partir de la aprobación de la ley deberán pasar seis meses para un primer paquete de leyes secundarias, explicó la Comisión Nacional Bancaria y de Valores. Luego de 18 meses deberá emitir un segundo paquete de reglas.