El Economista (México) - Reporte Especial
Transporte ferroviario de carga y pasajeros, por vía ancha
Proyectos de nuevo cuño y otros que estaban archivados conforman la apuesta para los próximos años.
En la próxima administración federal crecerá
La importancia del ferrocarril de carga será mayor en la próxima administración federal que inicia el 1 de diciembre y existe la meta de elevar de 25% a 40% su participación en el total de mercancías transportadas por vía terrestre en México.
La apuesta es mayúscula, pues se trata de un salto de 14 puntos porcentuales en seis años, dijo Javier Jiménez Espriú, próximo titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT).
En 22 años (de 1995 al 2012) la contribución de los ferrocarriles creció sólo 6.4 puntos porcentuales, al pasar de 18.8 a 25.2%, equivalentes a 126.9 millones de toneladas y 89,332 millones de toneladas kilómetro, cifras muy bajas, refirió el futuro funcionario durante un Foro Nacional de la Industria Química (ANIQ), el mes pasado.
Anunció que se aplicará una estrategia para elevar el uso del tren de carga, lo cual reducirá los costos de transportación a las empresas y el deterioro de las carreteras.
Entre los nuevos proyectos ferroviarios están el Tren Maya – cuya vocación primaria sería turística, pero aceptaría servicio de carga– y la reactivación de la ruta México-querétaro, que no pudo concretarse en este sexenio.
El primero contempla un recorrido de 1,500 kilómetros en la península de Yucatán, que abarca los estados de Chiapas, Tabasco, Campeche y Quintana Roo y consumiría una inversión de 120,000 millones de pesos, según cálculos del equipo de transición de AMLO.
“La vía será lo suficientemen- te adecuada para que haya carga (…) buscaremos que sean compatibles los horarios de carga y de pasajeros”, refirió Jiménez Espriú a principios de septiembre en un foro organizado por la revista The Economist.
En octubre pasado, el gobernador de Tabasco, Arturo Núñez Jiménez, confirmó que la ruta originalmente de uso turístico será también de carga, y Mauricio Vila Dosal, gobernador de Yucatán, destacó que en materia de carga, ha propuesto al próximo gobierno la posibilidad de hacer un ramal hacia el puerto de Progreso, con el propósito de dar conectividad a la carga que se recibe en esa ciudad.
Un ejemplo de los productos que podrían transportarse a un menor costo es la turbosina con la que se abastece a la ciudad de Cancún, que actualmente se re- cibe en el puerto yucateco y se traslada a través de pipas, lo cual es más costoso.
tren a querétaro, el retorno
Sobre la ruta México-querétaro, Javier Jiménez Espriú resaltó que una ventaja en esa obra es que ya se cuenta con el derecho de vía y “es altamente rentable”, por lo que que su financiamiento se puede fondear prácticamente en su totalidad a través del sector privado.
“Creemos que es uno de los elementos que puede ser rápidamente abordado y que puede ser, en este sí, incorporada la iniciativa privada par que participe”, afirmó ante integrantes de la industria química, cuyas empresas son usuarias importantes de este medio de transporte.
legado de proyectos
La actual administración de la SCT a través de su órgano desconcentrado, la Agencia Reguladora del Transporte Ferroviario (ARTF) –creada en agosto del 2016–, dejará a su sucesora un paquete de proyectos de transporte ferroviario que podrían desarrollarse en el mediano plazo.
Uno de ellos es la ruta Guadalajara-aguascalientes que, según la ARTF, reduciría en 400 km el recorrido de carga entre esos dos puntos y también a Zacatecas, lo que equivale reducir un traslado de 30 a solo tres horas.
Este tramo complementaría el corredor Manzanillo-tampico y tendría la posibilidad de ofrecer servicio de pasajeros en Aguascalientes, Guajalajara y los Altos de Jalisco. Además, afirma la ARTF, serviría de catalizador del sector automotriz, pues bajaría los costos de los clústeres en ese corredor.
En el Golfo se propone la ruta Veracruz-tampico, “una nueva ruta al norte del país y hacia EU y facilitaría el movimiento de hidrocarburos en la región y hacia el centro del país, pues “un ferrocarril sustituye 200 pipas”.
Otro corredor planteado es el Salina Cruz-oaxaca-puebla, que favorecería el intercambio con Centroamérica y daría mayores oportunidades de desarrollo logístico para las Zonas Económicas Especiales ubicadas en Salina Cruz y Puerto Chiapas, además de reducir el costo de traslado de combustibles y energéticos a Oaxaca y Chiapas.