El Economista (México) - Termómetro Económico
TENEDORES RECHAZAN VENDER SUS BONOS
EL NUEVO sistema de aeropuertos propuesto por el gobierno, de Santa Lucía, no tiene la misma perspectiva de crecimiento en el número de pasajeros
UN GRUPO de inversionistas respaldados por el despacho de abogados Hogan Lovells rechazó ayer la oferta del gobierno federal, que pretende recomprar una parte de la deuda colocada en mercados internacionales para financiar el proyecto del NAIM.
INVERSIONISTAS EXTRANJEROS que compraron 6,000 millones de dólares para la construcción del ahora extinto aeropuerto de Texcoco rechazaron la oferta del gobierno mexicano para recomprar parte de la deuda que se colocó entre el 2016 y el 2017.
La nueva administración federal ofreció el pasado lunes recomprar los bonos por 1,800 millones de dólares del monto colocado. La autoridad buscó con eso calmar a los mercados financieros.
Sin embargo, un grupo de bonistas, representados por el despacho internacional Hogan Lovells, rechazó de entrada los términos de lo propuesto.
La razón es que la oferta del gobierno de México para recomprar parte de la deuda contempla cambios en los contratos relacionados con las garantías y fuente de pago de las obligaciones. El fideicomiso del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) emitió en cuatro tramos los bonos.
Los tenedores de los bonos, que ostentan 50% más uno de una serie, no fueron consultados para presentar la propuesta.
Aunque el despacho expuso que sus clientes están dispuestos a negociar los términos propuestos, ya que les quieren reducir el colateral de garantía, entre otros puntos. “El grupo de tenedores de bonos emitidos por el fideicomiso del aeropuerto de la Ciudad de México (Mexcat), representado por el despacho de abogados Hogan Lovells, analizó la oferta y alberga algunas inquietudes por las que no puede apoyar la versión actual de la propuesta”, refiere un comunicado de Business Wire.
NERVIOSISMO E INCERTIDUIMBRE
El grupo expresó su preocupación por la liberación y eliminación de garantías de pago y eventos de incumplimiento de la documen- tación, pues al cancelarse las obras del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) se estaría cayendo en un incumplimiento. También genera inquietud el hecho de que se cancele el proyecto Texcoco, que pretendía reemplazar al actual Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) para resolver sus problemas de saturación, para en su lugar reactivar el aeropuerto de Toluca y construir dos pistas en la Base Aérea de Santa Lucía.
“El gobierno quiere comprar una parte de los bonos y sobre la tenencia restante de los bonos quiere cambiar las cláusulas de los contratos para que en lugar de que sea Texcoco sea el nuevo proyecto de tres aeropuertos”, explicó Jorge Gordillo, director de Análisis Económico y Bursátil de CIBanco.
Sin embargo, el nuevo sistema de aeropuertos propuesto por la nueva administración federal, que contempla la operación paralela de las tres terminales, el AICM, el aeropuerto de Toluca y la Base Aérea de Santa Lucía, no tiene la misma perspectiva de crecimiento que ofrecía el NAIM.
Tampoco hay números del nuevo proyecto de aeropuertos y se carece de algún plan, por lo que difícilmente podrían incluirse como garantía.
Los bonos están garantizados por las tarifas de pasajeros del AICM y las futuras proyecciones del proyecto Texcoco.
“Creo que es el inicio de la negociación, las cosas no van a ser tan fáciles como quisiera el gobierno y tendremos más información en
los siguientes días”, dijo Gordillo. Entre el 2016 y el 2017, el Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México (GACM) recaudó 6,000 millones de dólares con la emisión de bonos verdes para financiar las obras del NAIM. Sin embargo, el ahora presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, anunció que conforme a los resultados de una consulta ciudadana, la obra se cancelaría. Fue el 3 de diciembre cuando el GACM lanzó una oferta para comprar hasta 1,800 millones de dólares de la deuda adquirida, fijando un precio de compra de entre 90 y 100 dólares por cada 100 dólares adquiridos del monto principal.
La propuesta, además de buscar reducir la cantidad de deuda emitida, también pretende acordar cambios a los contratos para evitar eventos de incumplimiento al cancelarse la construcción de la terminal aérea de Texcoco.
GRANDES FONDOS DE INVERSIóN
Entre los inversionistas están grandes fondos de inversión como Schroders, PIMCO, UBS, Black Rock, además de Afore Sura.
“Los resultados de la negociación entre los tenedores de los bonos podría implicar posiciones de las calificadoras de riesgo crediticio, y si éstas son negativas van a tener un impacto en el tipo de cambio, en la deuda, en las finanzas públicas, en la inflación y en los mercados locales”, afirmó el director de Análisis Económico y Bursátil de CIBanco.