El Economista (México) - Turismo
Embarazada a bordo
Coinciden especialistas en que el segundo trimestre del proceso de gestación es el mejor momento para que las mujeres puedan volar. El embarazo no es un impedimento para salir de viaje, pero es importante seguir las recomendaciones de los especialistas so
EL TIEMPO PERFECTO
Según la Asociación Internacional de Transporte Aéreo hay que tomar en cuenta el número de semanas de gestación y tipo de embarazo, de tal modo que si se trata de un embarazo único, sin complicaciones, se puede viajar hasta la semana 36 de gestación.
Si es un embarazo múltiple, sin complicaciones, el plazo será la semana 32. Si lo que se tiene es un embarazo que presenta riesgos y complicaciones, en ambos casos, sólo se podrá realizar, cualquier viaje, bajo autorización médica. Tampoco se recomienda volar durante los primeros tres meses de embarazo, pues los frecuentes malestares que suelen presentarse en esos días podrían hacer el viaje muy tormentoso.
DESPUÉS DEL NACIMIENTO
Ampliando los conceptos anteriores, la Clínica de Atención Preventiva del Viajero indica que los recién nacidos sanos pueden viajar a partir de 48 horas, pero de preferencia, hasta los siete días de vida. En el caso de abortos espontáneos (amenaza o completo) la mujer podrá viajar si se encuentra clínicamente estable y en ausencia de sangrado y dolor, por lo menos, durante 24 horas previas.
EN EL AVIÓN
Para el momento de subirse a la aeronave, la línea aérea mexicana Interjet recomienda asistir al aeropuerto con ropa cómoda. Mantener la circulación sanguínea del cuerpo, masajeando cada cierto tiempo. Reservar un asiento próximo al pasillo para que las futuras mamás puedan moverse, con libertad absoluta, el número de veces que resulte necesario hacerlo. No permanecer sentadas más de dos horas continuas, incorporarse con cuidado y caminar un poco por el pasillo si las condiciones del vuelo lo permiten. Ingerir abundantes líquidos libres de gas.
DURANTE EL VIAJE
Finalmente, la compañía de seguros Sura recomienda, durante el viaje, evitar
excesos. Deben ser unas vacaciones tranquilas y disfrutables, sin consumo de bebidas alcohólicas, cigarros ni otras drogas.
• No automedicarse: si se presentan mareos, irritación en el estómago, náuseas, dolor de cabeza u otros malestares, hay que evitar automedicarse.
• Tener cuidado con el sol: durante el embarazo, la piel está más sensible, por lo tanto, hay que usar protector.
• Descansar: hay que sacar el estrés y el cansancio acumulado durante el embarazo y tratar de dormir bien antes de que lleguen las noches de desvelo.
• Consultar al médico: aunque algunas aerolíneas solicitan a las embarazadas una autorización médica, cuando viajan éstas, lo hacen siempre bajo su propio riesgo, por lo que es importante que no vuelen sin haber consultado antes a su médico de cabecera. Deben seguir al pie de la letra los tratamientos que les prescriban.