El Economista (México) - Turismo
Turismo, un sector incluyente
EN LOS ÚLTIMOS AÑOS el turismo en el país ha crecido, por concepto de gasto de turistas internacionales, cuatro veces más que la economía nacional, lo que convierte al sector en la tercera fuente de ingresos para México.
Además, se ha consolidado como un importante generador de empleos. Actualmente emplea a más de 9 millones de personas; de esa fuerza laboral, 60% son mujeres, lo que muestra que el turismo es un sector incluyente.
Sin embargo, la brecha entre los salarios y los puestos gerenciales sigue existiendo. Si bien la industria es noble con el género femenino, aún falta trabajar para alcanzar equidad.
El panorama es alentador. Este sector, considerado prioritario y un motor de desarrollo clave para el crecimiento económico de una nación, confía en que las mujeres cuentan con las herramientas profesionales para liderar empresas turísticas, ya sean aerolíneas, hoteles, agencias de viajes o hasta plataformas tecnológicas. ¿Habrá alguna industria que piense lo contrario?
En México, cada vez es más común que el gerente del hotel sea mujer, que una agencia de viajes o una compañía aérea sea representada también por el sexo femenino y en los últimos dos sexenios, dos mujeres han estado al frente de la Secretaría de Turismo federal.
A ello, debemos sumar que la llamada industria sin chimeneas ofrece a las mujeres casi el doble de oportunidades que otros sectores económicos para convertirse en empresarias. De hecho, 2.5% de las microempresas turísticas son propiedad de mujeres. Pero, ¿qué falta para derribar esa barrera que nos divide en sexos?
Cultura social podría encabezar la lista, pero en realidad son distintos factores los que siguen deteniendo el avance a la equidad, no a la igualdad, pues es claro que hombres y mujeres nunca seremos iguales, pues la genética nos vuelve diferentes.
A nivel mundial, la industria turística también es un importante empleador de la mujer, además de ser considerado un sector idóneo para ser liderado por el sexo femenino, ya que los detalles, la organización, amabilidad y hospitalidad parecen estar tatuados en el ADN de las mujeres.
Aunque la brecha cada vez es menor, aún falta mucho trabajo por hacer, pero ellas, las líderes del turismo en México, con quienes compartimos la pasión por el sector y hoy también compartimos estas páginas, confían en que pronto dejaremos de hablar de equidad de género en la industria turística y que para ocupar un puesto de trabajo dejará de importar el sexo, para sólo darle cabida a la profesionalización y competitividad de quienes compiten por un puesto gerencial.