El Economista (México) - Turismo
REUNIONES EN LA URBE HISTÓRICA
Philly ofrece una rica historia como valor agregado de sus atractivos, que además sirven de marco para la realización de eventos
FILADELFIA, Pensilvania. Filadelfia es la ciudad donde se inventó Estados Unidos. En la que se firmó su declaratoria de independencia y se aprobó su Constitución. Pero, también, sobre la que fueron erigidos su primer zoológico, hospital, banco, museo, universidad, penitenciaría, oficina de correos y la primera calle residencial.
Hasta el origen de las famosas donas norteamericanas parece vincularse con esta gran urbe de las primicias, donde se diseñó y cosió la primer bandera del país configurada con barras y estrellas.
Espíritu vanguardista e innovador con el que se intenta convencer a los turistas de visitar y reunirse, por primera vez, en la metrópoli más histórica de Estados Unidos, la primera en esta nación que ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad.
Ubicada entre dos poderosas marcas turísticas, bien posicionadas en el mercado mexicano, como Nueva York y Washington DC, Filadelfia ha tenido que jugar en alianza, haciendo las veces de un destino complementario, a pesar de tener los atractivos para brillar con luz propia.
Filadelfia no sólo resulta una sede ideal para organizar eventos, sino un destino recomendable para complementar o diversificar un viaje de negocios que quizá comience en la Gran Manzana o la capital estadounidense. Ambas ciudades, ubicadas a menos de dos horas de la cariñosamente llamada Philly, cuyo nombre completo, en griego, significa “amor fraternal”.
Pero, ¿qué es lo que hace de Filadelfia un destino ideal para el bleisure o una sede por demás interesante para las reuniones?
ATRACTIVOS TURÍSTICOS
Sin duda, la historia tiene su peso específico entre sus atractivos, pero no es lo único. Philly es una ciudad ecléctica que sorprende y se flexibiliza entre sus contrastes. Una urbe donde conviven construcciones de estilo imperial europeo con los clásicos rascacielos estadounidenses.