El Economista (México) - Turismo
TEMPORADA ALTA
Federico de Arteaga, director de Planeación de Grupo JB, explica que para conformar un Pueblo Mágico Inteligente se requiere más que tecnología
Como ha expresado el secretario de Turismo, Enrique de la Madrid, en el prólogo del libro Tequila Inteligente: “El turismo y las ciudades son indisolubles, pues gran parte de las experiencias del turista se dan en espacios urbanos, y las ciudades inteligentes han llegado para quedarse”.
Sin embargo, antes de decidir embarcarse en el proceso, se debe tener en cuenta: ¿cómo se transforma una ciudad en inteligente?, características de la ciudad, la smart city que se desea tener, el factor tiempo, los agentes de la smart city, la financiación, la comunicación, los quick win, los estándares, las tecnologías, las métricas, los modelos de negocio, las alianzas público–privadas, la gobernanza y la sostenibilidad económica, social, ambiental.
Hay que tener claro que los Pueblos Mágicos juegan en una liga intermedia, entre ciudades y municipios. Donde la inteligencia no tecnológica importa tanto o más que la tecnológica y donde no nos pueden obnubilar los cantos de sirena de experiencias que funcionaron en otra escala, que están subsidiadas, que tienen costos de sostenibilidad de 20% al año y que no tienen un compromiso a largo plazo por parte de los responsables políticos.
Como expresa Joxean Fernández: “El marco conceptual de los destinos turísticos inteligentes integra distintos componentes estratégicos y operativos de indudable relevancia para la gestión del territorio turístico. Como modelo teórico, genera un espacio de gran interés para reflexionar sobre los desafíos que enfrenta el sector turístico en la actualidad. Sin embargo, su traducción práctica en planes de actuación concretos está mucho menos desarrollada, existiendo una gran variedad de destinos turísticos que utilizan el paraguas de «destinos inteligentes» más como una marca que como una metodología de utilidad contrastada”.
En este contexto, ¿qué ha hecho Tequila? Ha experimentado y validado, buscado la utilidad contrastada, incorporado trazabilidad, big data, conectividad, gobernanza, accesibilidad, tecnología, innovación y, principalmente, sostenibilidad. Ser Pueblo Mágico es una marca. Y de las marcas más reconocidas en México. Ser destino inteligente es una de las marcas reconocidas a nivel mundial; tanto que la Organización Mundial del Turismo lo tiene incorporado en su agenda de prioridades.
Por lo tanto, ser un Pueblo Mágico inteligente es una decisión a largo plazo con implicancias de todo punto de vista, desde las tecnológicas a las no tecnológicas, a las sociales, a las de sostenibilidad, a las de gobernanza, a las de imagen.
Ser Pueblo Mágico inteligente en una conceptualización holística de destino inteligente y debe ser una decision muy meditada, con un compromiso de gobernanza a largo plazo, con un modelo de sostenibilidad ajustado y con alianzas público-privadas, para la generación de bienes públicos, sociales y privados.
Al final del día, la inteligencia se dará si hay más oportunidades, más comunicación, más emprendurismo y más civilidad.