El Economista (México) - Turismo
VIBORILLAS,
UBICADA A 25 minutos de la capital queretana, en el municipio de Colón, esta hacienda destaca por su acervo de anécdotas históricas y la belleza de su arquitectura que parece intacta y nueva aún después de los constantes saqueos a que fue sometida durante la época de la Revolución Mexicana y la guerra Cristera.
Y es que el inmueble, recientemente restaurado por un grupo de empresarios locales, respeta su estructura original en forma de herradura, lo que permite que se comuniquen sus diferentes y bellos jardines y espacios.
Actualmente ofrece una amplia diversidad de escenarios donde sostener eventos de toda índole, desde bodas, hasta empresariales, incluso exposiciones.
Junto con la casa del hacendado y la troje, construidos en el siglo XVIII, conserva tres hermosos jardines, una tienda de raya con la atmósfera de aquellos años, salones, tres grandes cocinas independientes preparadas para servir banquetes y diversos salones privados para juntas.
Aledaño a su fachada, se instaló una locomotora de vapor de principios de 1800, que en cada uno de sus vagones alberga distintas atmósferas, desde un restaurante hasta una barbería, un bar y una botica, que representan un viaje, en sí mismo, a otra época. Excelente plataforma de recepción que inevitablemente roba a los invitados unos minutos de su atención para detenerse y tomarse la fotografía del recuerdo.
Igualmente, muy pronto este lugar sumará a su oferta hermosas cavas, nuevos salones, un restaurante y un hotel boutique.