El Economista (México) - Turismo
Festejos entre dos océanos
El peaje más bajo por transitar el canal fue de 36 centavos de dólar, pagado por Richard Halliburton, al cruzar la vía a nado del 14 al 23 de agosto de 1928 PANAMÁ
Hace más de un siglo, los franceses llegaron a estas tierras con la única finalidad de unir dos mares, años más tarde fueron los estadounidenses quienes lo lograron. Hoy esa obra, además de ser una maravilla de la ingeniería mundial es el principal atractivo turístico de este país, que es cruce de caminos.
Sin embargo, más allá de su canal interoceánico, hay decenas de motivos para quedarse, disfrutar de sus encantos y decirle adiós al 2018.
Su historia está marcada por el trasiego de personas, valores y mercancías. Y desde el siglo XVI, era conocido como un importante centro de comercio de colonizadores, contrabandistas y piratas.
La ciudad de Panamá, fundada en 1519 por Pedro Arias de Ávila, es considerada como la primera ciudad construida en el pacífico por los conquistadores españoles.
La mejor forma de descubrir el pasado histórico de la capital panameña es caminar por su Casco Antiguo, pues allí se ven aquellas edificaciones que fueron habitadas por los españoles.
Entre sus edificaciones destacan el Palacio de las Garzas o Palacio Presidencia, el Palacio Nacional de Gobierno y Justicia, Catedral Metropolitana de Santa María la Antigua, la Casa Arias Feraud y el Teatro Nacional, así como los museos de Arte Religioso, de Historia y del Canal Interoceánico.
Éstos son sólo algunos de los atractivos de este país que como ningún otro es cruce de caminos desde hace más de 100 años.