El Economista (México) - Turismo
12 campanadas con vista al mar
CARTAGENA DE INDIAS
El proyecto de fortificación de la ciudad tardó casi dos siglos en construirse. Durante ese tiempo Cartagena recibió numerosos ataques de piratas
Cuando cae la tarde, los últimos rayos del sol hacen brillar la inmensa pared de piedra que protege a Cartagena de Indias y los colores de sus casonas van mutando cada segundo hasta que el sol se oculta. Son sólo unos minutos, pero, sin duda, ese momento es clave para querer explorar esa fortaleza.
Dentro de la muralla, sorprenden sus coloridas construcciones, unas coloniales, otras republicanas, con sus bellos balcones.
Son esos detalles, los que confirman que en Calamari, como también se le conoce a la zona que está dentro de la muralla, están las edificaciones más señoriales de la ciudad.
Hoy, Calamari continúa protegida por ocho kilómetros de muralla, aunque ya no busca mantenerla a salvo de piratas, sino conservarla para que los visitantes que llegan de tierras lejanas puedan imaginarse, por momentos, como era la ciudad hace más de 400 años.
Una parada obligada, es el Palacio de la Inquisición, la edificación más alta de Cartagena. Actualmente es el Museo Histórico donde se puede visitar antiguas cárceles y cámaras de tortura.
Entre sus atractivos destacan el Parque de Bolívar, la Catedral Santa Catalina de Alejandría y el Castillo San Felipe de Barajas, la fortaleza militar más grande en el continente americano.
Esta zona de la ciudad es el mejor lugar para decirle adiós al 2018, pues sus plazas y calles se llenan de música.