El Economista (México) - Turismo
De la mesa al papel: los secretos detrás de Rosetta
Elena Reygadas busca con su libro llegar a un público que no esté incluso involucrado en la cocina
El aroma del cacao blanco o el verde característico de los quelites representan parte de la seducción de México. La cocina atrae a los turistas de todas partes del mundo y es un mapa abierto para conocer el país. La chef Elena Reygadas vive el redescubrimiento de los ingredientes nacionales.
“De diciembre para acá he sentido cada vez más a un turismo más abierto y con muchas ganas de probar lo mexicano, lo nacional. Sí noto ese cambio que a lo mejor hace unos años no tenía tan claro. Ahora quieren probar qué es el mamey, qué es el cacao blanco, no quieren un postre con frambuesas, sino uno que tenga nanche o algo que en sus países no pueden comer. Para mí eso es hermoso, porque es como podemos transmitir lo que tenemos”, dijo en entrevista Elena Reygadas, chef mexicana y recién estrenada escritora.
Elena Reygadas, ganadora del
Para mí el futuro es continuar luchando, continuar conociendo productos interesantes y trabajando con ellos, tratar cada vez más de tener un restaurante integral que no sólo es el producto y el plato, sino también cómo te sientes, cómo te hacemos sentir cuando vienes aquí. Para mí eso es lo que me importa más como cocinera”. Elena Reygadas, chef.
premio Veuve Clicquot a la mejor cocinera de América Latina 2014, dice que el interés por descubrir la cocina mexicana es cada vez mayor, y así lo ha percibido entre quienes visitan a sus restaurantes ubicados en la Ciudad de México.
Reygadas ha conquistado los paladares de sus visitantes con platillos que han contribuido a la transformación de la escena culinaria mexicana moderna y que la ha hecho merecedora de varios reconocimientos internacionales.
“Creo que hay mucha curiosidad sobre qué es lo mexicano, al menos en la comida y sí siento ese público muy ferviente con lo mexicano”, expresó Reygadas.
La chef, egresada del French Culinary Institute de Manhattan, platicó con El Economista sobre su gran interés porque los comensales disfruten de sus recetas elaboradas con ingredientes adquiridos a pequeños productores, por medio de los cuales busca apoyar al campo mexicano y contagiar ese interés a sus clientes y colaboradores.
Es con esta premisa que Reygadas incursiona ahora en su faceta de escritora e intenta trasladar la seducción de los aromas y sabores en su primer libro, Rosetta, en el cual comparte todo lo que hay detrás de los platillos que ofrece en su restaurante, que tiene el mismo nombre y el cual abrió sus puertas en el 2010.
Reygadas no quería que este libro se tratara sólo de un recetario, sino de una reflexión más profunda, por medio de ensayos en los que platica su experiencia personal con los ingredientes y sus inquietudes sobre la calidad de la alimentación en México y los retos que enfrenta el país en esta materia.
“Soy cocinera y me comunico a través de los platillos, de la comida, pero de repente me di cuenta de que muchas cosas ocurren detrás de un restaurante, de un plato, que a lo mejor para la gente que no está metido en esto es difícil de ver, como problemas de la comida industrializada, del campo o de decisiones que tienen un efecto importante si le compras a una persona o a un supermercado”, reveló Reygadas.