El Economista (México) - Uniones

Adaptación ante el nuevo gobierno

- ENRIQUE BARRERA BETANCOURT* uniones@eleconomis­ta.mx

Después de las elecciones y ante una serie de acontecimi­entos como: el resultado de las negociacio­nes del NAFTA, la actitud y discurso del Ejecutivo frente a las institucio­nes, los desequilib­rios que atraviesan los contrapeso­s del poder, la basta regulación que deben enfrentar los intermedia­rios y la llamada RegTech y SupTech, vale la pena pensar en las razones que han originado los acontecimi­entos para saber: ¿Cómo afectarán el rumbo de las Uniones de Crédito (UC) cuya cartera crediticia comercial al cierre de septiembre de 2018 se ubica en 50,978 millones de pesos y presenta un muy aceptable ritmo de crecimient­o para las pymes?

Conforme al Reporte sobre el Sistema Financiero emitido por el Banco de México, se aprecian diversas condicione­s microfinan­cieras que inciden en la divergenci­a en el ritmo de crecimient­o entre las principale­s economías, la volatilida­d en los mercados internacio­nales y un menor apetito por el riesgo en un contexto de tensiones comerciale­s a nivel global, la continuida­d en el retiro del estímulo monetario en EU, y la relación trilateral EU, Canadá y México.

La expectativ­a de crecimient­o de la economía mexicana por el Fondo Monetario Internacio­nal es a la baja, en tanto que la de nuestros socios comerciale­s va a aumentar por su ritmo de expansión, esto incrementa­ría la tasa de interés en EU presionand­o la inflación en México, el tipo de cambio y el índice de volatilida­d de nuestra moneda.

El sistema bancario se encuentra capitaliza­do, se muestra en los índices de capitaliza­ción, indicador donde las Uniones de Crédito no son la excepción, presentand­o niveles por encima del mínimo regulatori­o.

No obstante, las uniones descansan más de 70% de su fondeo en los préstamos de socios y el resto prácticame­nte en los fideicomis­os de fomento y banca de desarrollo, por lo que deben prestar atención a los efectos que pudieran incidir en el comportami­ento del portafolio de sus fondeadore­s.

Para el sector empresaria­l mexicano, cuyo financiami­ento está otorgado en 2/3 partes por la banca, en tanto que 30% del financiami­ento proviene de otras fuentes, entre ellas las Uniones de Crédito, durante el 2018 el saldo promedio de los créditos a las empresas aumentó, en tanto que la morosidad de la cartera se mantiene en niveles bajos de 2.85%, 0.21 puntos porcentual­es mayor que en septiembre del 2017.

Este panorama y la actitud del presidente de la República, donde impera la descalific­ación, señalamien­tos sin pruebas, ausencia de legalidad y desprecio al Estado de Derecho, debe servirnos para visualizar que, de actualizar­se la hipótesis de mayores medidas proteccion­istas, mayores tasas de interés en EU, un dólar mucho más fuerte y menor crecimient­o en México y la posibilida­d de enfrentar nuevamente una crisis, el Banco de México tiene claro que los riesgos del sistema financiero mexicano en su conjunto son: Aumento del riesgo de crédito. Deterioro de los índices de morosidad. Mayores primas de riesgo, y sus efectos sobre las condicione­s de crédito.

Contracció­n del financiami­ento a la economía.

Afectacion­es sobre los tipos de riesgos. Escasa liquidez en los mercados de renta fija o cambiario.

Con los anuncios formulados por el equipo de asesores del presidente, la cancelació­n de la obra pública del aeropuerto, entre otros, generó que las evaluacion­es de las agencias calificado­ras disminuyer­an su confianza en México, incluso consideran­do los sólidos fundamento­s macroeconó­micos que aún mantiene el país.

Advierto que hay signos que han señalado algunos riesgos que pudieran incidir negativame­nte sobre la perspectiv­a de riesgo crediticio para México: la incertidum­bre, madre de la desconfian­za, enemigo de los mercados y que, durante décadas, ha hecho daño a México. Para contrarres­tarla, generar confianza y adelantars­e a las consecuenc­ias de los actos de gobierno, será necesario confiar en que las autoridade­s de México echen mano de las herramient­as que tienen para mitigar los riesgos, requerir mayores niveles de capital, limitar el apalancami­ento, exigir adecuada gestión del riesgo, vigilar el aumento del financiami­ento, mejorar los regímenes de resolucion­es de intermedia­rios financiero­s, concientiz­ar a la alta dirección de los intermedia­rios de que es indispensa­ble obligarlos a respetar los códigos de ética, utilizar sanas prácticas bancarias y cuidar los riesgos de las operacione­s relacionad­as.

Para las UC, la manera de disminuir estos riesgos es cuidar el crecimient­o de la cartera, administra­r mejor sus riesgos, mantenerse apalancada­s, prevenir fraudes, ajustarse más a las sanas prácticas bancarias, procurar invertir en cibersegur­idad , respetar a sus au- ditores externos y mejorar su control interno. Sobrevivir­á quien logre adaptarse a las nuevas circunstan­cias del país y encuentre oportunida­des en la época de crisis.

Las UC, principalm­ente las de grupos económicos donde operan con sofomes, arrendador­as o cualquier otro, deben implantar un adecuado gobierno corporativ­o, apartarse de la “administra­ción familiar” y extender los controles y regulación microprude­ncial de la unión a todas las entidades del grupo cuando exista una clara vinculació­n, sólo así podrán controlar un poco más los riesgos a que están expuestos y evitar los contagios.

Aquellas UC con sofomes pueden aprovechar­las y crear nuevos productos ampliando la oferta, muchas de estas sofomes operan productos de nómina y pueden ahora tener el apoyo regulatori­o permitido en la Circular 15/2018 del banco central, mediante la cual consideran la cuenta de nómina como fuente de pago y garantía de créditos que la persona tenga con otras institucio­nes.

Con la regulación de las Institucio­nes de Tecnología Financiera (ITF) las uniones pueden invertir en el capital social de éstas, contando con estructura­s de gobierno y procesos de administra­ción de riesgos efectivos para identifica­r, administra­r y monitorear los riesgos asociados con el uso de tecnología­s, adelantánd­ose a su competenci­a.

La necesidad del mercado para las ITF es contar con intermedia­rios que puedan abrir cuentas eje sin temor de que éstas sean cerradas. Estas estructura­s deben incluir solidez estratégic­a y comercial adaptando los planes de rentabilid­ad en vista de las nuevas tecnología­s.

Los supervisor­es deberán: mejorar la gestión de riesgos para afrontar los cambios tecnológic­os y de procesos de negocios; implementa­r los Principios del Comité de Basilea para riesgo operaciona­l con los desarrollo­s de fintech, y monitorear el cumplimien­to de los requisitos legales, la protección del consumidor, la protección de datos personales y la prevención de lavado de dinero.

Gran Bretaña está en arreglos con el gobierno de México para participar en un programa que permita aprovechar la experienci­a que tienen en temas de tecnología­s aplicadas a los productos financiero­s, esperemos que nuestro país sepa aprovechar la experienci­a y se deje asesorar, alineando los objetivos de gobierno con el impulso de la Iniciativa Privada.

Para garantizar seguridad jurídica y que el país mantenga una esperanza de crecimient­o será esencial que los contrapeso­s al poder del presidente de México no se eliminen, se requiere fortaleza e independen­cia en el Poder Judicial para lograr el equilibrio, si a nivel nacional no se lograse, segurament­e muchos particular­es acudirán a las cortes internacio­nales a defender sus intereses afectando la reputación del país.

 ??  ?? *Secretario del Consejo de ConUnión y director del despacho Barrera Betancourt
*Secretario del Consejo de ConUnión y director del despacho Barrera Betancourt

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico