El Economista (México) - Uniones
Los socios, el eje de fondeo en las UC
LAS UNIONES de Crédito (UC), a diferencia de otras instituciones financieras en México, tienen la capacidad de obtener préstamos de sus socios. Durante los últimos años, las UC han diversificado las fuentes de fondeo; sin embargo, los socios se mantienen como el eje. Al cierre del primer trimestre del año, el número total de socios en el sector se incrementó 0.9%, con un total de 71,201 socios; no obstante, se observa un reducción tanto en el sector, en los socios prestamistas, como en los socios acreditados. En este sentido, el número de socios de los que se recibió algún prestamo disminuyó 1.1%, con un total de 8,837 socios al cierre de marzo del 2019. Esto equivale a 12.4% del universo total de socios, lo que muestra un mercado potencial para obtener recursos.
PRINCIPALES FUENTES DE FONDEO
Como mencionamos, los socios son el principal fondeador y al cierre de marzo del 2019 representan 70.4% del fondeo a largo y corto plazos (CP), en línea con su tendencia histórica. Sin embargo, se observa un cambio en la mezcla, ya que se exhibe un incremento en la porción de CP al pasar de 67.7% en el 2017 a 78.3% en el 2018. De acuerdo con clientes calificados por HR Ratings, este comportamiento se debe en parte a la incertidumbre generada por el cambio de gobierno federal y al bajo crecimiento económico, lo cual genera que el socio inversionista prefiera mayor liquidez.
El siguiente fondeador más relevante para las UC es la banca de desarrollo, ya que ésta actúa como un dispersor de crédito y permite llegar a localidades de difícil acceso, por lo que fomenta los programas del gobierno federal. Al cierre de marzo del 2019, este fondeador aportó 13.4% del fondeo total. Este tipo de fondeo muestra mayor relevancia en el largo plazo (LP) al representar 29.3%, lo cual se debe principalmente al objeto de estas líneas que buscan financiar activos para incrementar la capacidad productiva de las empresas. A su vez, estas herramientas muestran una ventaja, ya que les permite calzar la entrada de sus activos con el vencimiento de sus pasivos, lo que disminuye el riesgo de liquidez.
La siguiente fuente es la banca múltiple, la cual representa 12.6% del fondeo total y se ha visto una disminución en los últimos años, debido a los incrementos en la tasa de referencia, así disminuye el atractivo para la utilización. Por último, los préstamos de otros organismos representan únicamente 3.5% del fondeo total.
FONDEO A TRAVéS DE LA BOLSA
Como podemos ver, el esquema de fondeo tradicional sigue siendo la primera opción para obtener recursos; no obstante, dos de las UC más grandes por cartera crediticia han realizado emisiones en la Bolsa Mexicana de Valores por un monto de 400 y 300 millones de pesos en el 2017 y 2018, lo que refleja el mayor nivel de sofisticación, ya que este canal de fondeo les permite acceder a recursos más competitivos y les otorga un mayor poder de negociación con los fondeadores actuales para mejorar las condiciones.
Por consiguiente, es importante mencionar que, para poder acceder a este tipo de fondeo, se tiene que tener un nivel de cartera de alrededor de 400 millones de pesos para hacerlo eficiente en términos de costo. Si consideramos que las UC únicamente representan 0.3% de los activos totales promedio del sistema financiero, se pensaría que pocas de estas entidades lo pudieran obtener. Sin embargo, analizando el sector se prevé que alrededor de 26% tiene la capacidad.
RETOS PARA EL SECTOR
Por lo anterior, resulta importante buscar la diversificación, para evitar la dependencia que tiene el sector a una sola fuente, ya que limita el ritmo de crecimiento y estrategia de colocación de las UC. Aunado a esto, algunas más pequeñas cuentan con una alta concentración en pocos socios, lo cual podría llegar a generar problemas de liquidez.
Asimismo, es importante que las UC cuenten con una calificación de riesgo de crédito; sin embargo, el sector cuenta con un muy bajo porcentaje de entidades calificadas respecto al resto del sistema financiero, lo que limita el acceso a nuevos fondeadores.
Esta calificación les permite a los fondeadores medir el riesgo crediticio, mientras que a las UC les otorga un mayor nivel de institucionalización y les ayuda a diversificar el fondeo. Con ello, la calificación les permite trabajar en sus áreas de oportunidad para poder alcanzar niveles en los que en un inicio la banca de desarrollo los pueda fondear; posteriormente la banca múltiple y, en un futuro, la BMV.