El Economista (México) - Uniones
MOROSIDAD EN TIEMPOS DE COVID-19
La debilidad económica que se está padeciendo sobre todo en estos últimos meses a causa del COVID-19 dejará muy mal paradas a varias instituciones financieras, sobre todo a las tienen bajos niveles de capitalización, liquidez o alta morosidad lo que las hacen vulnerables a la caída de sus ingresos.
Algunas entidades financieras ya comienzan a sufrir la pandemia a través de sus clientes quienes están dejando de pagar sus créditos, principalmente a causa del desempleo, lo que provocará que la cartera vencida registre crecimientos hasta de doble dígito y se tendrán que proveer recursos para subsanar esas pérdidas, lo que resta margen de maniobra.
Destacan los ejemplos de Banco Azteca y Bancoppel, de acuerdo con datos de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) al cierre de mayo de este año registraron un IMOR de 11.33 y 14.05%, respectivamente. A la par, Azteca presentó un ICAP de 15.66%, menor al 18.06% de abril pasado, y Bancoppel uno de 23.94%, inferior al 26.36% reportado el mes anterior.
Aunque la CNBV ha señalado en varias ocasiones que la banca mexicana se encuentra con niveles sólidos para enfrentar esta crisis en nivel general, el camino aún es largo y habrá entidades financieras que puedan soportarlo (las más fuertes) y otras que no. La banca está enfrentando una situación inédita.