El Economista (México) - Uniones
Situaciones que podrían enfrentar las UC durante la pandemia
La contingencia de salud que atraviesa el país, ocasionada por la pandemia de Covid-19, trae consigo una serie de medidas de prevención y contención para evitar la propagación del virus, deteniendo en gran parte la actividad económica del país. Esto aunado al menor dinamismo económico que observamos desde 2019 ha tenido efectos en el desempeño de las Uniones de Crédito (UC). Dentro de los sectores que observamos que han sido afectados directamente, son los relacionados con restaurantes, hoteles, transporte de pasajeros y entretenimiento.
Consideramos que aún no es posible determinar el deterioro que mostrará la economía en su totalidad, sin embargo, estimamos que puede llegar a mostrar datos similares a los de la crisis del 2008. En este sentido, las entidades financieras, así como las UC enfrentarán grandes retos en el desarrollo de sus operaciones.
RETOS
Dentro de los retos principales, está la contención de la morosidad. Si bien, la desaceleración económica observada en 2019 provocó un incremento en la morosidad en los portafolios de las UC, podríamos esperar que derivado de una contracción de la economía, así como del cierre de las actividades económicas en el país en el 2020, esta tendencia continúe. En este sentido el 1 de abril la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), emitió criterios contables especiales para las Uniones de Crédito. El beneficio principal es la reestructuración de los créditos, difiriendo el plazo de vencimiento en un plazo no mayor a 6 meses o 18 meses para el sector rural. Los créditos aplicables a estos criterios deben estar registrados como cartera vigente al 31 de marzo y no ser partes relacionadas.
Sin duda, estas medidas permiten mitigar en el corto y mediano plazo la morosidad de los portafolios, sin embargo, la contención de la morosidad en el largo plazo derivará de la reactivación económica en el país.
Si bien las medidas establecidas permiten controlar la morosidad de los portafolios, estas acciones representan un menor flujo de efectivo para la continuidad de sus operaciones.
Otro de los desafíos, de las Uniones será mantener los préstamos de sus socios, siendo esta la principal herramienta de fondeo de las Uniones. Dentro de un entorno de menor actividad económica, los socios ahorradores podrían retirar sus préstamos derivado de una mayor necesidad de recursos. Esta situación, aunada al diferimiento en los pagos del portafolio podría representar un descalce en su liquidez afectando sus operaciones. A raíz de ello, se podría esperar un incremento en el costo de los préstamos de socios con el objetivo de retener los recursos dentro de la Unión de Crédito, lo que sin duda, presionaría sus márgenes de operación así como su capacidad de generación de resultados netos.
Asimismo, la Banca de Desarrollo podría tomar mayor relevancia como herramienta de fondeo al ser un agente importante para dar sustentabilidad financiera con los intermediarios financieros, en este sentido algunos Bancos de Desarrollo están brindando apoyos a sus acreditados, lo que podría ayudar a contrarrestar el efecto de salida de inversiones de socios, sin embargo, las Uniones de Crédito más pequeñas dependen casi en su totalidad del fondeo de socios.
Sin duda, el reto más grande que afrontan las Uniones de Crédito y el resto del sector financiero es la incertidumbre de la duración de la pandemia y sus efectos en el mediano y largo plazo.