El Economista (México) - Uniones
Perspectivas del sector ante el entorno económico actual
A finales del año pasado empezamos a observar las primeras señales de recuperación en las Uniones de Crédito, las cuales incluían una reactivación en la colocación de crédito, así como un cambio de tendencia en los indicadores de morosidad de cartera. Es importante mencionar que esta perspectiva para el sector se veía favorecida por los sanos niveles de solvencia que se había mantenido posterior a la pandemia de Covid-19.
Sin embargo, a partir del inicio de 2022, han emergido nuevos retos que ponen en riesgo la consolidación del sector. Si bien considero que algunos de estos factores son exógenos y podrían ser transitorios, las Uniones de Crédito aun están en una fase de recuperación incipiente, por lo que el entorno macroeconómico jugará un rol relevante en el desempeño del sector en el corto plazo.
En primer lugar, debemos destacar las presiones inflacionarias que se mantienen a nivel global, en donde México no ha estado exento de las mismas, lo que pone ciertas presiones sobre la capacidad de pago de los clientes acreditados. En este sentido, las presiones al alza se explican principalmente por factores exógenos relacionados a las disrupciones en las cadenas de suministro a nivel global, así como la escasez de insumos en diversas cadenas productivas.
Si bien la exposición directa del sector ante el conflicto Rusia-ucrania es muy limitada, los efectos de segundo orden se observan principalmente a través de presiones inflacionarias adicionales, así como por la volatilidad en los mercados financieros y de commodities. Aun así, aquellas Uniones de Crédito que se enfoquen en el financiamiento al sector primario podrían estar aisladas en mayor medida de estos riesgos, dado que los mayores precios de materias primas podrían beneficiar la capacidad de pago de sus acreditados.
En segundo lugar, en este contexto, Estados Unidos ha comenzado un ciclo de política monetaria restrictiva, donde se prevén no solamente aumentos en su tasa de referencia, sino una disminución del tamaño del Balance de la Reserva Federal (Fed), lo que llevaría a su vez a un menor dinamismo en la economía estadunidense. Dada la cercana relación económica que tenemos con Estados Unidos, las acciones de política monetaria y el dinamismo del crecimiento tendrán un impacto directo sobre la economía mexicana.
Es así como observamos que México ha comenzado su propio ciclo de alza de tasas, mismo que se espera que se mantenga durante todo 2022. En este sentido, el Banco de México ha incrementado 250 puntos base de junio de 2021 a la fecha. Este ciclo alcista de tasas tiene implicaciones directas sobre las Uniones de Crédito y sus tasas de interés hacia adelante.
Por una parte, un incremento en las tasas de mercado tiene un efecto positivo en las tasas activas de las carteras de las Uniones de Crédito, considerando que un alto porcentaje de las mismas están originadas a tasa variable con referencia a la TIIE.
Sin embargo, este efecto se vería compensado parcialmente por una menor demanda de crédito ante condiciones menos favorables de financiamiento de manera generalizada en los mercados. Aun así, considero que este impacto sería limitado, dadas las necesidades de financiamiento de los sectores productivos, en un contexto de un bajo apetito de riesgo por parte de la banca comercial.
Por otra parte, el incremento en las tasas de referencia podría verse reflejado en una tendencia similar en el costo de fondeo de las Uniones de Crédito. A pesar de que esto representa un riesgo en términos de los márgenes del sector, mi perspectiva sería de que habrá un incremento relativamente ordenado en el costo de fondeo, considerando la estabilidad de los socios ahorradores mostrada en periodos recientes.
En conclusión, si bien el entorno macroeconómico presenta retos relevantes para las Uniones de Crédito, los indicadores intrínsecos del sector comenzaban a mostrar signos de una recuperación moderada. De tal manera, considero que el sector se encuentra posicionado de forma adecuada para navegar el entorno actual de incertidumbre, si bien dicho camino deberá de recorrerse con precaución.