El Economista (México) - Uniones
El sector tecnológico latinoamericano está de moda
Es bien sabido por todos que el móvil de los inversionistas internacionales, en todas partes del mundo, es buscar retorno y crecimiento, por un lado, y más recientemente, generar un gran impacto positivo en la sociedad. Por ello, en la medida que las empresas tecnológicas financieras y de bienes raíces están avanzando en América Latina, sobre todo en Brasil, Colombia y México, representan un sector con gran potencial de crecimiento e impacto en los sectores generalmente desatendidos por las instituciones tradicionales.
De acuerdo con la Asociación de Inversión de Capital Privado en América Latina (LAVCA por sus siglas en inglés), en 2021 las inversiones en empresas tecnológicas rompieron récord, alcanzando más de 15.3 miles de millones de dólares. Tres veces más que el antiguo récord registrado en 2019, que alcanzó 4.8 miles de millones de dólares.
El crecimiento exponencial de las empresas tecnológicas, el potencial de un mercado poco desarrollado, la rápida adopción por parte de usuarios y el impacto que están teniendo en América Latina, son los factores que atraen el interés de los inversionistas en el mundo.
En países desarrollados, el potencial es más limitado, sin dejar de ser interesante, por lo que estamos en un momento coyuntural muy interesante para el sector, tanto para las empresas e inversionistas, como para los clientes, que obtienen beneficios nunca antes vistos en términos de seguridad, rapidez y confiabilidad.
Aunque culturalmente los latinoamericanos no estamos acostumbrados a tomar deuda, como sucede por ejemplo en Estados Unidos, y, por otro lado, no existe el acceso fácil al financiamiento, las empresas tecnológicas en el sector financiero están buscando inventar ese mercado, educando y generando una cultura que posicione al crédito como una herramienta para mejorar y generar riqueza familiar. La deuda usada de buen modo genera movilidad social y permite mejorar de manera material la probabilidad de éxito financiero.
Por su parte, en el caso de las plataformas tecnológicas del sector inmobiliario, mejor conocidas como proptech, naturalmente evolucionarán al sector financiero, al ofrecer hipotecas, seguros y otros servicios asociados a propiedades inmobiliarias. Con esto, la tecnología terminará por reforzar en última medida el sector financiero, a través de otros sectores como el de bienes raíces, y esto es lo que ha influido en el aumento de la inversión en empresas tecnológicas en la región.
México representa un mercado particularmente atractivo no solo por el gran tamaño, sino también por el capital humano que existe en el país y que ha provocado que se creen, crezcan y consoliden empresas tecnológicas muy interesantes que tienen una enorme capacidad de crecimiento.
Una de las características de la inversión en las empresas tecnológicas de la región es que, independientemente del clima político, el apetito de inversión sigue en aumento, contrariamente a lo que provoca el riesgo político en los sectores tradicionales.
En los últimos diez años, que han estado marcados por idas y vueltas en las diferentes ideologías de los gobiernos en nuestra región, la cantidad de dinero atraída por las empresas tecnológicas ha roto récords y ha superado la cantidad de dinero que se ha ido a otros sectores productivos.
Esto se debe a que inversionistas en venture capital o capital de riesgo tienen –como su nombre lo indica-- un apetito de riesgo mucho mayor y están dispuestos a tolerar el riesgo político, ya que –finalmente– sus apuestas tienen un muy amplio rango de utilidad.