Ajustes de producción automotriz en Brasil provocan paro de 50% de las armadoras.
La estadounidense GM fue la más reciente en anunciar un paro de labores
LOS AJUSTES de producción en la industria automotriz, que se están intensificando desde diciembre, alcanzaron uno de sus puntos más altos en Brasil. Frente al agravamiento de la crisis, la mitad de las fábricas de autos, camiones y autobuses paró o parará sus actividades entre junio y julio por períodos que van de una semana a casi un mes completo.
Las paralizaciones alcanzan a 15 de las 29 fábricas de vehículos de Brasil, entre las cuales General Motors (GM), Mercedes-Benz, Scania, Ford, Fiat, Iveco, Caoa, Agrale, Mitsubishi, PSA Peugeot Citroën y Nissan.
Junto con la fuerte contracción de la demanda doméstica, las automotrices reducen drásticamente la actividad en las líneas de montaje en un intento de normalizar los stocks de vehículos parados en los patios de las fábricas y concesionarias.
La más reciente fue la estadounidense GM que el pasado 11 de junio, concedió vacaciones a unos 1,000 empleados de su planta en Gravataí.
Pero incluso con la producción retomando los niveles de hace ocho años, el volumen de vehículos en stock para venta se mantiene alto –de 51 días—cuando lo ideal sería reducirlo a un número más cercano a los 30 días.
La venta de vehículos cayó 20.9% interanual en los cinco primeros meses del año, mientras la producción retrocedió 19.1% en el mismo período, según la Anfavea, la entidad que concentra a las automotrices en el país.
Según la consultora Tendencias, el potencial de producción supera los 5 millones de vehículos con las fábricas inauguradas desde el 2014 por Fiat Chrysler, Nissan, Chery y BMW. Tendencias calcula que la ociosidad supera 50% en el año, repitiendo el nivel de la crisis de 1999.